martes, marzo 13, 2007

Rod Stewart

He tenido la desgracia de escuchar a Rod Stewart en directo en dos ocasiones últimamente, la más reciente de las cuales ha sido en un concierto en Canal + en una habitación de hotel (el de la habitación era yo, no el concierto). Y digo la desgracia porque la decadencia siempre es triste.

La primera vez que lo escuché en mi vida fue en el intermedio de un festival que no recuerdo, el año del catapúm, presentando "Do ya tkink I'm sexy?". Me llamaron la atención los pelos, básicamente, no entendía mucho de música por aquél entonces. Muchos años más tarde escuché "Stay with me" y empecé a buscar cosas de los Faces. Me encontré también con "Maggie Mae", un disco maravilloso llamado "Every picture tells a story" y algunas otras joyas. Resumiendo: Rod Stewart es probablemente una de esas grandes voces de siempre del rock, al menos durante los 70 (cómo no). Después se pasó al disco y a las baladitas y empezó a estropearse. Lamentablemente, un cáncer de garganta se cruzó por su camino y me temo que le dió la puntilla.

La voz de Rod Stewart siempre ha sido desgarrada, pero potente y estratosférica. Actualmente sigue siendo aguda, en el sentido de que no tiene graves, pero apenas sube, con lo que el rango se le ha quedado muy estrecho. Tampoco tiene fuerza, y todas las canciones suenan flojas y desganadas. Y su voz en tonos bajos y sin desgarrar suena más a vieja (el sustantivo) que a otra cosa. Una lástima. Eso sí, vende discos como churros haciendo versiones del rock más fofo, sin llegar a los extremos patéticos de Julio Iglesias cantando "I wanna know what love is" una octava por abajo. Quien tuvo no siempre retuvo.

La verdad que su caso no es infrecuente en el rock aunque quizás sea de los más llamativos. Lo mismo le ocurre al flamenco. Son dos estilos demasiado exigentes con las cuerdas vocales, que en muchos casos se encaminan a las negruras a medida que pasan los años. Es un poco injusto que la biología juegue estas malas pasadas a los cantantes. No obstante, hay muchos que no sólo se mantienen en forma sino que a veces incluso mejoran: Freddy Mercury, Paul Rodgers ...

En fin. Puede ser que los viejos rockeros nunca mueran, pero envejecer, tristemente, envejecen. Como todo el mundo. Y ya que ha salido el tema, un saludo a Brad Delp (cantante de Boston, q.e.p.d.), allá donde esté.

Long live rock'n roll!

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