lunes, mayo 22, 2006

Al menos ganamos la UEFA

Reconozco que me sorprendí un poco a mí mismo, pero cuando Campbell le metió el 0-1 al Barcelona en la final de la Champions grité "¡gol!". Mi mujer me miró extrañada y a mí me sirvió para darme cuenta que me era absolutamente indiferente quién ganara la Champions. Así que debo decirles a todos los nacionalistas catalanes, empezando por el presidente del club que es más que un club (y tanto que lo es, ahora es una franquicia de ERC), que van por el buen camino.

No soy un apasionado del fútbol, sigo al Celta de Vigo y veo las finales de las competiciones europeas si hay equipos españoles, y la Eurocopa o el Mundial hasta que nos eliminan en cuartos. No sé exactamente lo que aplicaría a la final de la champiñón lí 2006, pues lo cierto es que se trataba de un equipo inglés y otro catalán.

Habrá quien argumente que una liga de clubs no es más que eso, y que con llevar los colores del equipo es suficiente. Estoy de acuerdo, pero alguien debería explicar entonces qué pintaban todas esas banderas "esteladas" (senyeras con estrella independentista), o sea, una manifestación nacional-catalana en toda regla, así como los dichosos cartelitos de "Catalonia is not Spain". Por si había dudas, aparte de la mejicana, la camerunesa, la brasileña, etc., la "estelada" fue la única que los (pocos) jugadores presuntamente españoles del Barcelona pasearon en la celebración subsiguiente ante la mirada patriarcal de Maragall, Zapatero y el capullo de Laporta, y la no tan patriarcal - supongo - de los Reyes de España.

Que sí, que los clubes modernos son como la ONU, y sólo tienen de español la sede social , pero para despertar cierta simpatía fuera de sus terruños tienen que poner un poquito de su parte. Vamos, que llevarse disgustos con el club de tus amores es como llevárselo por la cuenta de resultados de Nixdorf o Coca-Cola sin ser accionista. Aún así, no entiendo que el BarÇa siga teniendo tantos aficionados en el resto de España.

Así que espero sinceramente que el Sevilla gane la Supercopa. Para que algo quede en casa, digo.