domingo, diciembre 07, 2008

Navidad

Un Belén de plástico en casa de mi tía.
Una canción de Miliki.
Las luces intermitentes de un abeto de mentira.
Las muñecas de Famosa.
El insomnio de tantas noches de Reyes.
Los alfajores, siempre en el fondo de la caja.
El "Lumirama" de mi prima.
Los ensayos de la Misa del Gallo con el coro de mi parroquia.
Ciertos pasajes del "Mesías" de Händel.
"El lobo", qué gran turrón.
La historia de un capitán de madera.

James Stewart, un ángel que gana sus alas y un inspector de Hacienda que pone unos dólares en una cesta y se une a un villancico.
La siesta de mi abuelo tras la comida de Navidad.
Los ojos de Lucía en su primera Cabalgata de Reyes.
Frank Sinatra cantando "Hark the herald angel ..."
Un teatro de colegio y las flautas del "Niño Manuelito".
Los villancicos de las niñas de la Sagrada Familia.
Un disfraz de pastor y una jarrita de miel.
Seis "Airgam Boys". Un tren minero.
La carta a los Reyes Magos dictada por mi hija de tres años: "Queridos Reyes Magos, amigos Reyes: queremos chucherías los cuatro".
Los programas especiales de "Martes y trece".
Cierta melancolía indefinible de aquello que fuimos y no se ha ido del todo.
Dos semanas de vacaciones.
Una luz peculiar.
Los regalos furtivamente espiados en el altillo del corredor.
Mis padres.
Mis hijas.
Cierta paz interior.

Navidad.

Al cabo, un niño que nace y otro que se resiste a morir.

Felices Pascuas a todos.

jueves, diciembre 04, 2008

Montserrat, yo no me llamo Josep Lluis

Hace tiempo que no me dejo caer con un post de política. Supongo que es el hastío y esta segunda inocencia que da el no creer en nada, que diría don Antonio Machado. Sin embargo, no me resisto a compartir con ustedes el artículo de Ussía de hoy en La Razón, dedicada a la feliz idea que ha tenido la consejera catalana de Justicia Montserrat Tura de "rebautizar" con nombres catalanes a los funcionarios que han aprobado oposiciones allí. Y lo hago porque aún recuerdo la indignación de Carod Rovira en "Tengo una pregunta para usted" cuando una señora tuvo a bien llamarle "José Luis".

Más o menos la misma que anónimos lectores demostraron contra mí a raíz de mi artículo "Los catalufos", que por ahí anda para el que quiera buscarlo. Pues bien, esto es "catalufeo" pata negra, valga la contradicción. Por supuesto, indignarse contra esta buena señora es ontológicamente imposible, dadas sus credenciales:

http://www.gencat.cat/generalitat/cas/govern/equip/biografies/tura.htm

¿Cómo va a hacer una estupidez alguien "nacida en Mollet del Vallès el mes de noviembre de 1954 en una familia campesina de larga tradición republicana y de lucha antifranquista"? Que digo yo, por cierto, que con tanto ex-luchador antifranquista como se encuentra uno por el mundo, lo raro es que muriera en la cama el hombre. Item más: suponiendo que tomemos en su literalidad la frase ¿aporta algún valor añadido que un cargo público pertenezca a una familia "de larga tradición republicana"? ¿La convierte en alguien más adecuado para el cargo? ¿Considera que le aporta algún tipo de pedigrí?

Moraleja: si se llama Josep Lluis, no se llama José Luis; pero si se llama José Luis, se llama Josep Lluis. ¡¡¡CAPICÚA!!!