viernes, octubre 13, 2017

La canción del zelote


"Keep them yelling their devotion,
But add a touch of hate at Rome!
And you will rise to a greater power!
We will win ourselves our home!"


Te han engañado. Quizás no te des cuenta hoy, ni mañana, ni dentro de un año, pero te han tomado el pelo. No, no me refiero a que tus líderes hayan declarado una independencia con freno y marcha atrás cuando tú esperabas algo más contundente. Es más, no descarto que al final lo hagan. De momento, puedo entender tu cierta frustración. También te diré que no me das pena ninguna. A ver cómo te lo explico. Esto viene de lejos, ¿sabes? Podríamos remontarnos a algo más de un siglo pero, la verdad, me da una pereza terrible y yo tengo cosas que hacer en un día. Así que iré al grano: eres la víctima de un complot. En tu descargo, te concedo que ha sido un complot inteligente y, sobre todo, pacientemente ejecutado durante décadas y displicentemente consentido por quienes deberían haberlo abortado. A cada cual, lo suyo.
Podríamos empezar por lo simbólico y preguntarnos por qué tu "día nacional" conmemora una Guerra de Sucesión española entre un candidato austracista y otro borbónico hace trescientos años. Lo encuentro sorprendentemente monárquico y de discutible actualidad. Pero bueno, allá vosotros. Lo de ir a llevarle flores a un señor - Rafael Casanovas -  que murió tranquilamente en su cama muchos años más tarde, ejerciendo la abogacía sin que Felipe V lo molestara mayormente, queda muy colorido pero como apología del martirio es mejorable. Podría continuar dudando de si elegir como himno "nacional" una canción decimonónica que habla de cortar cabezas castellanas con buenos golpes de hoz - en memoria de la revuelta catalana de 1640 - deberíamos considerarlo los demás españoles como un gesto amistoso y una mirada sonriente hacia el futuro. Verás, es que ya está todo inventado, y lo de volver la vista atrás selectivamente da un poco de miedito y no suele salir bien. "Els segadors" da miedito. Pero oye, que igual es problema mío.
Con esos mimbres era fácil que la cesta saliera contrahecha. Me voy a saltar por no aburrirte treinta años de historia democrática, que podríamos resumir así: el Estado central se va despojando de competencias y se las va cediendo a las autonomías. Entre ellas, una clave: la educación. Y de entre todas las comunidades autónomas, Cataluña a la cabeza. La España del 78, como estado centralista, deja bastante que desear, supongo que porque bienintencionadamente asumió que engordar el autogobierno tendría como contrapartida un engorde equivalente de la lealtad. En su empeño por no caer en los errores de los años treinta se olvidó de que la historia tiende a repetirse.
Llegamos así al nuevo Estatut - algo que ni siquiera los nacionalistas catalanes reclamaban -, a su desastrosa tramitación, el recurso del PP y el veredicto del Tribunal Constitucional de 2010. Recordar que ERC votó en contra en el Congreso de los Diputados o que fue refrendado por menos de la mitad del censo catalán no es irrelevante, pero produce cierta melancolía. Es más, me atrevería a afirmar que si te preguntara qué artículos concretos fueron modificados o suspendidos por el TC no sabrías responderme. Si te sirve de ayuda, puedes consultar esto. Nada del otro jueves. En teoría.
Pero ¡ay, dolor! llegó la crisis económica y lo que debería haberse resuelto en algún rifirrafe parlamentario se convirtió en crimen de lesa humanidad. En términos historiográficos es lo que se denomina una "ventana de oportunidad". La misma que a nivel nacional aprovechó Podemos para sus cosas la utilizaron los políticos nacionalistas, ANC y Omnium Cultural, tanto monta monta tanto, para abrir el frente que llevaban preparando año tras año: "adeu, Espanya". Porque estaba todo clarinete: España nos roba, España no nos quiere, España escupe en nuestro estatuto de autonomía, España se niega a darnos un pacto fiscal, España no nos entiende. Cuando España, básicamente, estaba luchando como podía para no ser rescatada.
Porque - y esto igual te sorprende - las preocupaciones prioritarias del españolito medio, aparte de oprimir a los catalanes, es llegar a fin de mes, tomarse una cerveza con los amigos y criar a sus hijos. Nuestro nacionalismo español no va mucho más allá de animar a la selección y considerar que España es un país homologable a los de nuestro entorno. Cosas de andar por casa. 
Pero bueno, que me disgrego. El caso es que ya son unos cuantos años de matraca, de filitas sonrientes al norcoreano modo, de pitidos al Rey y al himno (que nunca fueron un ejercicio de libertad de expresión sino parte de la performance),  de diadas históricas, declaraciones rimbombantes, jugadas de mus llenas de astucia y, last but not least, el apoyo incondicional de los medios de comunicación públicos de Cataluña y el más sibilino pero no menos rotundo de algunos medios privados españoles, aprovechando que el Pisuerga, Rajoy y el PP pasaban por Valladolid. Lo que viene a ser calentar la olla de garbanzos, sin prisa y sin pausa, a ver hasta dónde llegamos.
Te dije al principio que te habían engañado. No sólo porque hayas comprado algunas de las mentiras que ya he descrito, sino porque aún no te he dicho las dos más graves: la primera, que democracia no es (sólo) votar; la segunda, que el nacionalismo sólo sonríe como el Joker de Batman. Hay un truco sencillo: cuando veas a alguien hablar en nombre del pueblo, huye como alma que lleva el diablo.
Si la democracia consistiera simplemente en votar, Franco, Hitler, Maduro o Castro serían demócratas. No: democracia es, ante todo, respeto a las leyes, entre ellas las que te dicen cómo, cuándo y qué se puede votar y con qué garantías (y muchas más cosas). Leyes que se pueden cambiar por el simple método de elegir a otros políticos regularmente y que básicamente son las reglas para que no nos hagamos daño los unos a los otros. Por eso, vuestro "referendum" del día 1 tiene la misma validez que lo que yo acuerde en junta de vecinos respecto a la anexión de Polonia. Claro está que a los organizadores del 1-O el resultado les traía al pairo: se trataba de buscar una respuesta del Estado para venderla al exterior y hete aquí que el Estado os dio la foto que tanto anhelábais. Una vez más, por fiarse de quien no debía.
Os habéis autodenominado "la revolución de las sonrisas", la mayor mentira de todas. Os han sumergido en un tonel indecente de melaza y os han hecho creer que sois mejores personas que quienes se oponen a vosotros. Esto no se dice abiertamente pero se deduce en cuanto se rasca un poco y aparece el pelo de la dehesa. Las redes sociales son muy educativas en este aspecto. Tenéis siempre el "feixista" en la punta de la lengua, mantenéis a Franco vivo día tras día para arrojárnoslo a la cara, despreciáis a todos aquellos a los que creéis subvencionar y, en fin, os imagináis como seres de luz a los que montones de españolazos con boina a rosca chapa, malencarados y, por qué no decirlo, vagos de solemnidad os impiden marcharos para que le sigáis pagando la cuenta del bar. Pero eso sí, que no falten sonrisas, claveles y mosaicos. Lo que parece sobrar es la otra mitad larga de catalanes que se siente extranjera en su propio país.
Termino. Quizás dentro de unos años tú mismo te des cuenta del engaño, como otros muchos catalanes que le han visto las orejas al lobo con piel de cordero. Quizás acabéis siendo independientes o quizás no. Probablemente minusvaloréis el poder de un estado democrático moderno, hay muchos recursos entre la inacción y los tanques por la Diagonal. Sea como sea, espero que a la vuelta de los lustros no digas "yo no lo sabía, yo no tuve la culpa". Será mentira también.


lunes, septiembre 16, 2013

Adelante hacia el abismo

Con la Diada 2013 y la cadenita humana, que habría permitido a una ardilla llegar de los Pirineos hasta Castellón sin pisar el suelo, de cabeza festiva en cabeza entusiasta, nos vamos acercando sin prisa pero sin pausa a un punto de no retorno que nos aboca a un conflicto irremediable. Ni el gobierno catalán está por templar gaitas ni el central por hacer un mínimo de pedagogía, quizás porque no saben. Lo cierto es que vamos camino de repetir algunos de los momentos más tragicómicos de nuestra historia reciente (hablo de Maciá, hablo de Companys, hablo de lo que vino después que ya sólo fue trágico a secas) sin ningún motivo de peso que lo justifique.

Mas y sus socios de desgobierno lo tienen claro: o consulta en 2014 o elecciones plebiscitarias seguidas de una declaración unilateral de independencia. Esto, dicho hace cuatro años, sonaría a cachondeo. Pero no lo es. Y honestamente, hay que tener mucha paciencia para digerir tanta estupidez y tanta chulería un día sí y otro también. Debo reconocer que estratégicamente lo están haciendo a la perfección: han elegido un momento de debilidad nacional, han puesto todos los recursos públicos necesarios al servicio de una idea simple que nadie se está tomando la molestia de analizar y han conseguido vender la moto de que el problema de Cataluña se llama España. Lo realmente sorprendente de todo esto es que una mayoría creciente de catalanes, presuntamente con dos dedos de frente, se va sumando al carro inexorablemente; más o menos como si a los andaluces nos diera masivamente por asaltar supermercados con Sánchez Gordillo y su banda en nombre de los pobres niños que no tienen cuadernos para el cole por culpa del PP.  Que el independentismo en Cataluña haya pasado en dos o tres años de menos del 30% a más del 50% no tiene una explicación racional salvo como una monumental ida de olla colectiva, que se realimenta a sí misma, y que por día que pasa aumenta de temperatura. Y lo siento por mis buenos amigos y parientes catalanes pero no se me ocurre otra forma de definirlo. Es como el que tiene un callo en el dedo y opta por amputar la pierna.

Los argumentos sobre el particular ya los di en extenso en esta entrada del blog. No tengo tiempo ni ganas de repetirme, lo cierto es que las cosas han ido a peor. Así que voy a la idea central: desde Cataluña básicamente se exige que se rompa la legalidad en nombre de la "democracia", lo cual es un oxímoron, una proposición contradictoria en sí misma. La democracia o se basa en la legalidad o no existe. La democracia no se mide en la asistencia a una manifestación, sino en el respeto a las leyes y a las instituciones. Se podrá argumentar que las leyes (la Constitución, en este caso) pueden cambiarse, pero en tal caso toca seguir las reglas establecidas para modificarlas. Eso es lo que distingue un estado democrático de una república bananera o de un régimen fascista. A estas alturas, parece que nos hemos olvidado de que el señor Mas es la máxima autoridad del Estado en Cataluña; de hecho, lo poderes que ejerce y la legitimidad de la Generalitat, el Parlamento y el estatuto catalanes dimanan precisamente de la Constitución. Si la Constitución es papel mojado, todo lo demás lo es. ¿Podría entonces un gobierno central suprimir las autonomías arbitrariamente sabiendo que hay una minoría de bastantes millones de españoles que lo aplaudirían? ¿Podría yo ponerme de acuerdo con el resto de vecinos de mi pueblo y dejar de pagar impuestos, iniciativa que creo gozaría de inmediata popularidad? ¿No es eso "derecho a decidir"?

Pongamos un ejemplo chusco: supongamos que el Barcelona F.C. exigiera que desapareciera la regla del fuera de juego. Imaginemos que, partido tras partido, los 120.000 aficionados que caben en el Camp Nou lo reivindicaran mediante pancartas, mosaicos y cadenas humanas que le dieran la vuelta a Barcelona. ¿Lo democrático es hacerles caso, porque son bastantes y localizados? Las reglas del fútbol se pueden cambiar, pero ¿no debería ser aceptado por el resto de clubes de la Liga? ¿No tendría la FIFA algo que decir al respecto? ¿Puede una parte decidir por el todo unilateralmente? En resumen: ¿debe prevalecer el derecho de una minoría (por muy cohesionada que esté en términos de tiempo y espacio) sobre el de la mayoría?

Creo que una hipotética independencia de Cataluña sería desastrosa para España y para la propia Cataluña, por no hablar de que no veo un momento peor que este para andar jugando a aprendices de brujo. Pero lo grave del asunto es que una decisión de este tipo nos afectaría a todos y por tanto tendríamos que votarla todos. Si realmente los partidos catalanes quieren ir por esa vía, que vengan al Parlamento español, lo defiendan y consigan formar, si son capaces, una mayoría que acepte disolver las Cortes y modificar la Constitución para que el referéndum tenga lugar. Que la Constitución no sea fácil de cambiar es perfectamente lógico, porque precisamente se pretendía darle una estabilidad e impedir que un consenso mayoritario pudiera ser alterado por otro minoritario. Si realmente es eso lo que quieren los políticos catalanes, que se tomen su tiempo para hacer diplomacia y convencer. Pueden pasar años y puede no ocurrir nunca, pero es demencial pretender cargarse en una legislatura lo que lleva más o menos unido bastantes siglos. Ahora bien, han optado por aumentar la presión justo ahora porque saben que en el momento en que se normalice la economía lo más probable es que todo el chiringuito quede en evidencia y el sentimiento independentista pierda fuelle. Como tantas veces antes, están usando la máxima de "cuanto peor, mejor". La apuesta nacionalista confía en que ya no estamos en los años 30, asumiendo que pase lo que pase los militares se quedarán tranquilos en sus cuarteles y que el resto de los españoles dirán "pues a tomar por saco, que se vayan". Como poco, diría que es mucho suponer.

Los medios y políticos de fuera de Cataluña se consuelan apelando a una presunta "mayoría silenciosa" de catalanes que no están por la labor de separarse. Tengo mis dudas de que a estas alturas sea una mayoría, pero convendría que dejara de ser silenciosa. No obstante, el primero que tiene la obligación de hablar, a ser posible en una declaración en prime time seguida de una rueda de prensa todo lo larga que sea menester, es Mariano Rajoy, preferiblemente acompañado de De Guindos (de Montoro no, por favor). Mejor aún: que comparezca en el Congreso en sesión plenaria monográfica. Los problemas no siempre se arreglan solos, señor Presidente. A veces explotan en la cara y hacen pupa.

lunes, abril 29, 2013

La economía no se arregla con la ideología

El único punto positivo personal que puedo anotar en mi balance de estos años de crisis es que ahora sé algo más de economía que hace cuatro años. Los economistas son como los pediatras: unos abogan por el pecho a demanda y otros por las tomas en hora. A posteriori, cuando el niño se enferma, te dicen que ya te lo avisaron . Desde que empezó la crisis en España he ido observando con una mezcla de sorpresa e indignación cómo se ha jugado con la opinión pública manejando consignas que han tomado verosimilitud a base de machacarlas y amplificarlas por los medios afines y las redes sociales. Hemos mezclado los errores con las mentiras y las medias verdades, y ni la derecha, ni la izquierda tradicional, ni la alternativa han tratado a sus votantes y adeptos como personas inteligentes. Quizás porque somos colectivamente tontos.

Mintió (o se equivocó) el anterior gobierno al negar que hubiera crisis y no intentar desinflar la burbuja inmobiliaria cuando aún había algo de tiempo. Mintió (o se equivocó) el PP cuando estaba en la oposición culpando del desastre a los socialistas y prometiendo resolver el problema con "reformas estructurales" indeterminadas. Mienten (o se equivocan) los partidos y los medios de izquierda cuando califican los recortes de "brutales" y cuando asustan al ciudadano con un armagedón privatizador que presuntamente sólo va a permitir que los ricos tengan sanidad y educación (invito al que se haya quedado sin médico o sin colegio me lo indique en los comentarios). Mienten (o se equivocan) los medios de la derecha cuando afirman que el problema se resuelve con una reforma del Estado sin tomarse la molestia de cuantificar la medida, como si el tamaño de las administraciones públicas fuera la causa de nuestros desequilibrios económicos. Mienten (o se equivocan) los que afirman que en España hay 400.000 políticos. Mienten (o se equivocan) los nacionalistas catalanes cuando afirman que los problemas económicos de Cataluña están causados por su pertenencia a España, que es su principal mercado y quien le permite seguir financiándose. Mienten (o se equivocan) los que creen que hay desmontar todo el chiringuito cuando no existe un consenso ni remotamente parecido al que permitió levantarlo. Mienten (o se equivocan) las minorías que se atribuyen la representatividad colectiva en nombre de una "democracia real" inventada y se la niegan a los que se han presentado a unas elecciones, por muy zotes que nos parezcan. Mienten (o se equivocan), en fin, todos los que piensan que cuestiones complejas se arreglan con eslóganes simples.

El problema es relativamente fácil de analizar y muy complicado de resolver: tras el desplome del ladrillo, con la economía en recesión, los ingresos del Estado bajo mínimos y una tasa de paro bestial, se plantean dos posibles opciones contrapuestas. La primera, ajustar los gastos a los ingresos y tratar de cumplir con los objetivos del déficit impuestos por Europa, de quien en última instancia depende nuestra capacidad de financiación; la segunda, aumentar el gasto público con la esperanza de que esto reactivará la economía en el futuro. Lo primero es lo que defienden los neoliberales e implica adaptar los servicios del Estado al dinero disponible y lo segundo los keynesianos, que abogan por aumentar el endeudamiento (ya de por sí bastante descontrolado en los últimos años). Ni lo uno ni lo otro son axiomas. La política de austeridad no deja de ser básicamente reactiva pero arreglar, propiamente, no arregla nada. La política de aumentar el gasto sólo es creíble si se explica cómo se piensa financiar y en qué se va emplear concretamente. Hay además otra consideración adicional: si bajar los impuestos estimula la economía o simplemente compromete aún más el equilibrio presupuestario.

Los hechos son tozudos y la economía, la prima de riesgo y Bruselas son poco sensibles a lo que se habla en las barras de bar, en las tertulias radiofónicas y en los falsos debates televisivos con regidor. Porque, queridos lectores, ningún gobierno en el mundo querría una tasa de paro del 27% si fuera sencillo evitarlo. Y no lo es porque España tiene un problema estructural que va a llevar muchos años resolver. La economía española depende esencialmente de su consumo interno, que ha devenido en "low cost" y, por otra parte, lo que denominamos "economía productiva" se está moviendo sin prisa pero sin pausa en todo al mundo hacia los países emergentes y España no es una excepción. No hay nada realmente capaz de tirar del carro del que tiraba el ladrillo, aunque la devaluación interna que han supuesto estos años de recesión haya favorecido las exportaciones en cierta medida. Tenemos algunas buenas empresas, cierto, pero las perspectivas de crecimiento las tienen fuera, no aquí y, en cualquier caso, son insuficientes. Y que nadie se engañe con los presuntos sectores "de valor añadido" con los que deberemos competir en un mundo globalizado: no existe más "valor añadido" que el que puede repercutirse en una factura. Se lo dice alguien que trabaja en un presunto sector a la vanguardia tecnológica como son las telecomunicaciones. No importa la calidad de un ingeniero español, sino el precio de uno chino.

Alguien se preguntará que qué propongo yo. De momento, tentarme la ropa antes de hacer de altavoz de las filias y fobias ajenas. Al gobierno le recomendaría pedagogía (cosa imposible de hacer con ministros tan absolutamente negados para la comunicación como Montoro) y luchar contra el fraude con todos los medios que tenga a su alcance. A Rajoy, que deje de ser un holograma y dé la cara con más frecuencia. A PP/PSOE, voluntad para alcanzar ciertos consensos mínimos. A la prensa, que genere más información rigurosa y menos ruido. Y a los ciudadanos, paciencia y la misma ejemplaridad que exige a los políticos. Eso, para ir abriendo boca.

En definitiva, y por no alargarme más: queda crisis para rato, y realmente importa poco quien gobierne porque aparte de tratar de evitar que nos rescaten y que nos enteremos de verdad de lo que son "recortes brutales", el margen de maniobra es mínimo: ni tenemos más ingresos ni se nos permite endeudarnos a voluntad. Dudo mucho que volvamos a ver la tasa de paro del 2007. Muchos españoles tendrán que emigrar y muchos inmigrantes que vinieron con el boom de la construcción se acabarán marchando. Antes bajará el desempleo por esta causa que por crecimiento económico. Estudien inglés, y alemán, si pueden. Mejor consejo no se me ocurre.

viernes, marzo 08, 2013

Traduciendo canciones: "Dulce condena" (Los Rodríguez)

Por motivos que no vienen al caso, hace años que toco esta canción con mi grupo. Como yo sólo hago coros en ella, nunca le eché demasiada cuenta a la letra aunque me sonaba deslavazada. Pensé que si me paraba tendría más sentido que las frases sueltas que yo escuchaba, así que el otro día me dio por hacerlo y me gustaría compartir el resultado con ustedes. Empecemos.
Cada vez que toco un poco fondo 
... ajá ...
Cada vez que el tiempo vuela 
.. ocurre ¿qué? ...
Un recuerdo más que pasajero
Otra ilusión que llega.
¿Comorl? ¿Me da primero el complemento circunstancial y luego no hay sujeto ni predicado? ¿Toca un poco fondo, el tiempo vuela y entonces qué? ¿Está deprimido o ilusionado o sintiendo la fugacidad del tiempo? ¿Qué me estás contando, Calamardo? Bueno, a ver si el resto de la estrofa me lo aclara.
Cada corazón merece una oportunidad
Y está perdida sola en medio de la ciudad.
Nuevo cambio de tema. Ahora habla de amor, parece. Entiendo que la que está perdida es la oportunidad aunque es una forma un poco rara de construir frases. Sigamos, espero que lleguemos a algún sitio coherente.
Soy el que lo piensa por los dos
Hasta que sale el sol.
¿"Soy el que lo piensa por los dos"? ¿El que piensa qué, concretamente? ¿Y quiénes son "los dos"?  ¿La oportunidad y el corazón? ¿La ciudad y la oportunidad? ¿Calamardo y alguien más a quien recuerda pasajeramente? ¿Calamardo y el porro que se está fumando y que claramente le está sentando fatal? ¿Me lo aclarará la segunda estrofa?
Cada sensación o sentir vulgar
¿"Sentir vulgar"? ¿Lo cuálo?
Una sola cosa, un solo lugar
Ya llevo tres sujetos y ningún predicado. Y sin ninguna relación aparente.
Un recuerdo más que pasajero
Cuatro sujetos. Se confirma que no hay relación.
Será como empezar otra vez de cero.
Ya es oficial: no lo sigo. ¿Cada sensación, una sola cosa, un solo lugar, un recuerdo ... será como empezar de nuevo? ¿O sólo el recuerdo "más que pasajero"? ¿No falta en esta frase un ornitorrinco o una tía de Cuenca?
Cada corazón merece una oportunidad
Y está perdida sola en medio de la ciudad.
Soy el que lo piensa por los dos
Hasta que sale el sol.
Sí, esto ya lo has dicho antes. Recapitulemos hasta ahora: lo que llevo entendido es ... que voy a esperar al estribillo.
No importa el problema, no importa la solución.
Que tiene un problema lo estoy viendo claro, que no importe la solución tampoco me extraña vista la lógica difusa que gasta.
Me quedo con lo poco que queda, entero en el corazón. 
Aquí, como no me fío de internet, me pregunto si esa coma tendría que estar ahí. ¿Se queda con lo poco que queda entero o se queda "con lo poco que queda, entero"? Es que no es lo mismo. Pero da igual, porque sigo sin comprender ni papa.
Me gustan los problemas, no existe otra explicación. 
Esta sí es una dulce condena, una dulce rendición.
Pues al final no ha salido el ornitorrinco. ¿De qué problemas habla? ¿Entiendo que la dulce condena es que le gustan los problemas? Es casi lo único que pillo, aunque me parezca bastante discutible.

El resto de la canción se repite. Por tanto, no hay más datos para la ecuación. Creo que, después de mucho reflexionar, he entendido el sentido último de esta bonita letra y sólo encuentro una posibilidad: Calamardo tiene un "negro" que le escribe las canciones, conjuntamente o en solitario, y que además lo hace bastante mal, vistos los resultados; probablemente lo tenga contratado para tener más tiempo para posar como Dylan en las fotos. En realidad, sólo hay unas cuantas frases deslizadas astutamente que tengan sentido, el resto es paja o resultado de las drogas. Básicamente, el "negro" le explica a Calamardo que se siente confuso y triste, que le gustaría cambiar de vida y dejar de hacer el trabajo de los dos (el suyo y el de Calamardo), pero que a fin de cuentas sarna con gusto no pica. O sea, que encima de "negro", es masoquista declarado:
Cada vez que toco un poco fondo [...]
Soy el que lo piensa por los dos [...]
Me gustan los problemas, no existe otra explicación.
Esta sí es una dulce condena, una dulce rendición.
Y si no es esto, como dijo el Chavo del Ocho: "me doy".

Grande, Calamardo ...

viernes, marzo 01, 2013

Final alternativo de "El Rey León" (censurado)

El mono Rafiki avanza por la peña con el cachorro de Simba en brazos. Abajo aguardan todos los animales de la sabana, unos 956 según los organizadores y 24 de acuerdo con la guardia forestal. Se acerca al borde del acantilado y levanta al leoncito en brazos. Abucheos generalizados. Aplausos aislados, por el lado de los ñus y los rinocerontes.

RAFIKI: Simba, aquí pasa algo raro ...
SIMBA: Te dije que 14 de abril era mala fecha para presentar al bebé.
RAFIKI: Nunca debimos dejar que vinieran los naturalistas españoles esos de Erasmus.
SIMBA: ¿Esto es una ceremonia principesca o una final de Copa? No me está gustando nada.

Simba se adelanta para dirigirse al populacho, seguido de una confundida Nala.

SIMBA: A ver, ¿qué pasa aquí?
LA GACELA MANUELA: ¿Qué de qué?
SIMBA: ¿Por qué no aplaudís, os postráis y hacéis reverencias, como es tradición?
LA GACELA MANUELA: Hay tradiciones que merecen palos. ¿O no te acuerdas cuando tirábais una cabra de la peña?
SIMBA (mira hacia atrás): Rafiki, ¿de dónde ha salido la perroflauta esta?
RAFIKI: No la he visto en mi vida.
SIMBA: A ver, gacela de las narices, lo menos que podéis hacer es estar un poco agradecidos. Os he liberado de la dictadura de Scar y sus hienas malignas.
LA GACELA MANUELA: Anda el otro.¿Y a nosotros qué más nos da que nos coman Scar y sus hienas o vosotros? Además, las leonas son las mismas.
SIMBA: ¡¡¡Cuando yo vine estaba todo seco y ahora está verde y lleno de manadas que pastan felices!!!
LA GACELA MANUELA: Nos ha jodido, ¡se llama estación húmeda! Cuando deje de llover nos iremos otra vez.

Simba se vuelve hacia atrás de nuevo, cada vez más confundido.

SIMBA: La cabrona esta tiene parla.
NALA: No te dejes amedrentar, piensa en nuestro bebé.
ZAZÚ ¿Les hablo yo, majestad?
SIMBA: Prueba, igual a ti te hacen caso.
ZAZÚ (asomándose al borde): ¡¡¡Simba nos ha traído de nuevo la paz!!!¡¡¡ El ciclo de la vida se ha restablecido y también la ecosostenibilidad!!!
ALBINO EL COCODRILO: ¡Eso será para algunos! ¡Yo estoy igual de mal dibujado que siempre!
ZAZÚ: No estamos aquí para sacar casos personales.
LA GACELA MANUELA: ¡Vendido, carajote, cortesano, pajarraco pelota!
ZAZÚ: ¡Cómo osas ...!
LA GACELA MANUELA: No oso, sino gacela. Y para ti es fácil hablar porque los leones no comen pájaros.
ZAZÚ: Lo importante es el ciclo de la vida, os digo. Cuando los leones mueren, alimentan la hierba que vosotras os coméis y así el eterno círculo de la existencia vuelve a empezar y ...
LA GACELA MANUELA: Para el carro, narigón, porque cuando nosotras nos morimos también alimentamos la hierba. Si llegamos a viejas, claro, que entre leones, hienas, lycaones, guepardos y demás nos lo ponen complicado.
PUMBA (adelantándose también): ¡¡¡Yo soy un cerdo y soy amigo de Simba!!!
LA GACELA MANUELA: Otro qué tal baila. ¿Tú te crees que va a estar mucho tiempo a dieta de gusanos?
PUMBA: ¡¡¡Tengo inmunidad parlamentaria!!! Además, no veo que todo el mundo piense como tú.
LA GACELA MANUELA: ¿Ah, no?
PUMBA: Los ñus y los rinocerontes han aplaudido.
LA GACELA MANUELA: Los ñus son retrasados mentales y a los rinocerontes les da lo mismo un so que un arre, a esos no se los come nadie. Yo creo que han aplaudido por dar la nota, mira lo que te digo. Los elefantes, si te fijas, ni han venido.

Todos se retiran al interior de la peña.

RAFIKI: Esto se nos va de las manos.
PUMBA: Simba, no te dará ahora por el secreto ibérico, ¿no?
SIMBA: Ahora no es el momento de hablar de eso.
ZAZÚ: Majestad, se barrunta el golpe de estado.
NALA: Hay que tomar medidas contundentes.

LA GACELA MANUELA: ¡¡¡ Eeeh, los de arriba!!! Simba, asómate.
SIMBA (asomándose): ¿Qué quieres ahora?
LA GACELA MANUELA: No te ofendas por lo que te he dicho, es que esto de las presentaciones principescas no tiene pies ni cabeza. ¿Acaso no sabes lo que va a ocurrir dentro de uno o dos años?
SIMBA: No, ¿el qué?
LA GACELA MANUELA: Eso te pasa por ser padre primerizo. Cuando tu primogénito sea mayor, lo echarás de la manada. Pregúntale a las leonas abuelas.
SIMBA: ¿Cómo lo voy a echar, si es sangre de mi sangre?
LA GACELA MANUELA: El ciclo de la vida, colega. Los leones machos adultos se tienen que buscar la vida fuera de la manada y encontrar la suya propia o morir en el intento. Lo sabrías si vieras el National Geographic en vez del Disney Channel.
SIMBA: ¡¡¡Mufasa nunca me habría echado de casa!!!
LA GACELA MANUELA: No le dio tiempo, se lo cargaron una estampida de ñus y su hermano, el simpático.

Simba se vuelve para adentro de nuevo.

SIMBA: Mamá, ¿eso es verdad?
SARABI: Pues ... para qué te voy a mentir. Sí, es cierto.
SIMBA: ¿Papá lo sabía?
SARABI: Probablemente no le dio tiempo a desarrollar el instinto de echarte a patadas, eras tan rico y tan pequeñín ... De todas formas, cariño, creo que te olvidas de algo.
SIMBA: ¿El qué?
SARABI: Que tu primogénito no es primogénito sino primogénita: Kiara.
NALA (en voz baja): Va a ser verdad que al rama lista de la familia se extinguió con Scar.

Simba sonríe de oreja a oreja y se acerca de nuevo al borde de la peña.

SIMBA: Tú, chica lista.
LOS ÑUS HEMBRAS: ¿Me hablas a mí ...?
SIMBA: No, a la gacela.
LA GACELA MANUELA: ¿Qué, te has convencido?
SIMBA: Sí, pero no has caído en un pequeño detalle.
LA GACELA MANUELA: ¿A saber?
SIMBA: Que el principito no es principito sino princesa ... Kiara Leonor se llama.

Manuela se queda pensando.

LA GACELA MANUELA: ¿Y no tenéis ley sálica por aquí?
SIMBA: Nopes. Te has caído con todo el equipo.
LA GACELA MANUELA (entre dientes): Mierda ...
SIMBA: Así que, si no te importa, voy a seguir con la ceremonia.

Los animales empiezan a murmurar y se va corriendo la noticia. Rafiki vuelve a adelantarse y levanta a Kiara Leonor en alto. Tímidos aplausos. Menos abucheos. Algunos comentan con sus vecinos que los leones van a comer gusanos en adelante. Más aplausos. Rafiki se acerca más al borde y estira los brazos más para que se vea bien a la cachorrita.

LA GACELA MANUELA: Rafiki, ¿tú no conocerás a Sergio Ramos, por casualidad?

(Salen las letras THE END. Suena música de Elton John).

sábado, febrero 23, 2013

Frases no célebres: el Antiguo Testamento

"¡Stop desahucios!" 
(Adán)

"Zoofilia, incesto o extinción, he aquí la cuestión."
(Caín)

"En el próximo diluvio los bonobos se extinguen como que me llamo Noé."
(Noé)

"Moisés, ¿estás seguro de que vamos bien?"
(Josué)

"José, he soñado con Lehman Brothers."
(Faraón)

"La primera en la frente."
(Goliath)

"Y ahora una carta de Hacienda ..."
(Job)

"Papá, ¿no nos estamos alejando mucho para hacer una barbacoa?"
(Isaac)

"Mi mujer siempre ha sido muy resalá."
(Lot)

"Dalila, a ver si me puedes igualar un poco las puntas."
(Sansón)

"¡Sape, minino! ¡Sapeeeeeeeeeeeeeeeeeee!"
(Daniel)

"Ojalá aparezca un barco japonés."
(Jonás)

"¡Chanquete ha muertoooooooooooooooooo!"
(Jeremías)

"Esto de ser Libra no trae más que complicaciones."
(Salomón)

"La verdad es que tengo un pronto malísimo."
(Yahvé)

jueves, septiembre 20, 2012

La veu tremolosa y trista d'un campanar

(Dedicado a Sergio G.)

Este verano, en plenas olimpiadas, tuve una interesante discusión con un tal Pep. El hombre se quejaba de que en una noticia en El País online sobre nuestra primera medalla en natación sincronizada no se hacía mención expresa de que las nadadoras eran catalanas. Le contesté con toda la afabilidad de que fui capaz, haciéndole notar que acababan de publicarla y que no veía que hubiera mala intención en ello, aparte de que lo que le interesaba al público en general era saber que teníamos una medalla y no de qué región concreta procedían las nadadoras. Me ahorro los detalles y me voy al final: a pesar de mis intentos conciliadores, terminó diciendo que era un falso moderado y un nacionalista español agresivo, un opresor más que demostraba la imperiosa necesidad de Cataluña de apartarse de gente como nosotros. También me insultó un poquito en catalán. Así que le dije que se fuera por la sombrita y ahí quedó la cosa. El señor Mas lo habría calificado de "hartazgo mutuo", aunque mi diagnóstico es que cuando alguien está dispuesto a darse por ofendido, hagas lo que hagas al final se ofenderá. O dicho en palabras de Julián Marías, "es un error tratar de contentar a quien no se quiere contentar".

Me he acordado de esto pensando en el monumental follón en el que estamos tras la manifestación independentista de la última "Diada" (podríamos hablar de la "Diada" en sí y su origen, pero entonces me va a salir un artículo larguísimo) y me pregunto cómo hemos llegado aquí. Un amigo catalán opina que esto no es más que una estrategia para conseguir el famoso pacto fiscal, pero yo no lo tengo tan claro. Si este era el plan desde el principio, me parece que se han pasado de frenada y ahora tenemos dos problemas.

El nacionalismo catalán, históricamente, tiene cierta querencia a tirarse al monte. Por no irnos muy lejos en el tiempo: durante la Segunda República, uno de los retos que se pretendió resolver definitivamente fue el encaje del País Vasco y Cataluña. Ortega y Azaña tuvieron interesantísimos debates en sede parlamentaria; el primero, más pesimista, pronunció su famosa frase "el problema catalán no se puede resolver, tan sólo conllevar"; Azaña, por el contrario, pensaba que el estatuto de autonomía lo arreglaría. El tiempo le dio la razón al pesimista: las autoridades de la Generalitat de Companys proclamaron el estado catalán en octubre de 1934 (aunque duró bien poco), de la misma manera que Maciá lo había hecho en 1931. La causa coyuntural en 1934 fue la victoria de la derecha en las elecciones (¿les suena de algo?). El mismo Azaña, su principal valedor, acabó hasta el moño de Companys y del gobierno catalán, como explica en sus memorias. Nótese que el hecho de tener sólo dos regiones con estatutos de autonomía no sirvió de gran cosa. Esto es algo que conviene recordar a los que dicen que el problema actual es el "café para todos" de la España autonómica. El caso es que la historia reciente nos demuestra que la descentralización no tienen una correlación en la rebaja de la tensión soberanista. Antes bien, da la impresión de enconarla en el largo plazo. Es cierto que la Segunda República sólo duró cinco años y no sabremos cómo habría evolucionado con el tiempo ¿pero cómo se explica que después de treinta años de transferencias en el actual régimen estemos peor que al principio?

Por clarificar mi postura: es evidente que Cataluña tiene un hecho diferencial, y una parte no pequeña del mismo es ser conscientes de tener un hecho diferencial (es una definición recursiva, lo sé). En mi opinión, un catalán no es "más diferente" de un castellano que un andaluz de un gallego o un valenciano de un extremeño, pero muchos catalanes se sienten "más diferentes". Tampoco es la única región con lengua propia. Ahora bien, es obvio que existe un sentimiento de comunidad histórica, política y cultural mucho más fuerte que en otras regiones, y ese hecho no puede ignorarse ni minimizarse. Es respetable y, aunque no lo fuera, lo mismo da: es así y es lo que hay.

Me centraré en un ejemplo de lo que podríamos denominar "mutua incomprensión", como es el tema de la lengua. Sobre esta cuestión el debate ha sido continuamente falseado, comparando las peras de la normalidad bilingüe del día a día con  las manzanas del uso legislado por la Generalitat. La respuesta desde las autoridades catalanas a las sucesivas sentencias sobre la inmersión linguística es siempre la misma: "en la calle se habla tanto el castellano como el catalán con normalidad,  y por tanto no procede rectificar un ápice nuestra política ni vamos a permitir injerencias externas". Pero es que ese no es el asunto: lo que está en cuestión es el derecho de las familias (las oriundas y las que viven en Cataluña por motivos de trabajo) a que sus hijos sean educados en cualquiera de ambas lenguas cooficiales reconocidas por la ley. No se trata de si el alumno catalán medio acaba dominando el castellano o no, se trata de que el sujeto del derecho es el individuo y no la administración ni la comunidad ni el idioma. Sin embargo, hay que reconocer que los sucesivos gobiernos catalanes han conseguido vender bien la idea de que oponerse a la inmersión es perseguir el catalán, aunque los tribunales se pronuncien una y otra vez en la línea contraria. El que incumple la ley es el que ha ganado en este caso la partida mediática.

Mi experiencia personal con catalanoparlantes es que la mayoría de la gente tira de educación y de sentido común, aunque pueda haber contadas excepciones. También hay "españoles" que no ven con normalidad que en una reunión los catalanes hablen entre sí en su lengua materna y suele deberse a que se les atribuye equivocadamente una intención sospechosa cuando no es más que un hecho natural, la gente tiende a hablar entre sí en el idioma común que usan en el día a día. Pero, como digo, lo que ocurre en "la calle" nunca ha sido el problema; el problema es lo que ocurre en los parlamentos, en los boletines oficiales o en TV3. La política de inmersión no tiene un objetivo linguístico, sino político, cuyos réditos para el nacionalismo se ven ahora con más claridad.Y por eso los políticos catalanes siempre se han mostrado absolutamente inflexibles en esta cuestión. Lo importante no es la voluntad del ciudadano individual - aunque la Constitución lo ampare - sino lo que sirve para "fer país".

Dicho lo cual, ¿a qué se debe el auge independentista de los últimos tiempos? Coyunturalmente, al Estatut y la crisis económica. En mi opinión, ni lo uno ni lo otro lo justifica, y ahora explicaré por qué.

El Estatut, básicamente, es un ejemplo de libro de cómo la política puede crear problemas de la nada. El primer culpable fue ZP ("aceptaré el estatuto que salga de Cataluña") y el segundo el PSC, que se lanzó a la aventura cuando no resultaba ni una necesidad ni una preocupación de la mayoría de los catalanes. De esto ya escribí aquí en extenso. Hablemos claro: el Estatut que salió del parlamento catalán era un truño que convertía de hecho España en un país confederal y que no había por dónde encajarlo. Obviamente, el Tribunal Constitucional hizo lo único que podía hacer (recortarlo), hecho que el nacionalismo interpretó oportunamente como el enésimo ataque a Cataluña, para variar. Lo que debemos preguntarnos es cómo pudo aprobarse con la mayoría del PSC, ya que la apuesta nacionalista era ganadora en todos los casos ( "si lo dejan como está, eso que nos encontramos, y si nos lo recortan, demostraremos a los catalanes que no se nos respeta") y la del PSC/PSOE, no (si hablamos del PP, ésta era perdedora en todos los casos, tanto si se oponía como si lo apoyaba). El mensaje ha calado, de forma que aunque a muchos catalanes el tema del nuevo estatuto se la traía al pairo inicialmente, que se lo recortaran "desde Madrid", no. Así de simple.

Y dejo lo más importante para el final, el presunto expolio al que el resto de España estamos sometiendo a Cataluña. Pues empecemos por negar la mayor: el problema de base es que se hacen trampas con las cuentas. De entrada, es por completo absurdo convertir a las regiones en "donantes" o "receptoras" y, para no molestar a nadie, pongo el ejemplo de la "donante" por antonomasia: Madrid. Lo que una comunidad autónoma aporta a la caja común básicamente depende de las empresas que tengan su sede en ella y del IRPF de sus contribuyentes. Evidentemente, la inmensa mayoría de las empresas del IBEX tienen su sede social en Madrid y cotizan allí; lo mismo puede decirse de los sueldos de sus altos directivos, que suelen vivir donde trabajan. Sin embargo, el negocio de todas esas grandes empresas se distribuye por toda España, luego hay un flujo de capitales desde toda la geografía nacional que a efectos de impuestos computa como aportación madrileña. Esto, como se dice ahora, es "hacerse trampas al solitario". De la misma manera, cuanto más alto es el nivel de vida y el sueldo medio en una región más IRPF recoge ("aporta"). En el caso catalán, cuando usted compra un coche Seat o Volkswagen, cuando se da de alta con Gas Natural o Endesa, cuando se come un yogur Danone o pone su nómina en La Caixa, está haciendo que la "aportación" catalana a las cuentas del Estado aumente.

Las cuentas de la vieja que se hacen los partidarios de la independencia es suponer que ese flujo de dinero se va a mantener tras una hipotética secesión, lo cual no sólo es mentira sino que es imposible. Todas las empresas citadas, y muchas otras, tendrían que tener dos filiales, una catalana y otra española. Eso, en el mejor de los casos. Los ingresos de la filial española cotizarían en España y no íntegramente en Cataluña, como hasta ahora. Y si hablamos ya de empresas estrictamente catalanas - qué se yo, desde Casa Tarradellas a Codorniu - que de media tienen el 60% de su negocio en España, tendrán que asumir muy probablemente una bajada notable en sus ventas porque más de uno y más de dos, durante un tiempo considerable, optaría por no consumir productos catalanes. Esto último es una hipótesis razonable, el resto es un hecho.

A eso habría que sumarle otros dos "pequeños" inconvenientes: Cataluña tendría que hacerse cargo de su parte proporcional de la deuda externa española y, por supuesto, asumir los gastos que conllevaría salirse del euro. Todo ello sin una entidad superior que avale tu deuda (que ya es bono basura, por cierto). Puede que en cinco, diez o veinte años volviera a ser miembro de la UE, pero en el corto y medio plazo los problemas actuales iban a ser una risa comparados con los que se le vendrían encima. Desde el punto de vista estrictamente económico, el negocio es malo de cojones. No obstante, estoy seguro, a diferencia de lo que piensa más de un mesetario corto de miras, de que Cataluña a la larga saldría adelante. Pero que no le vendan la burra a los catalanes de que eso sería pronto y a coste cero, porque no es verdad.

Y termino. Estamos en un hermoso callejón sin salida. La independencia, pensada en frío y no con el bajo vientre, es algo que no beneficia ni a Cataluña ni a España, pero el pacto fiscal que se reclama tampoco se lo puede permitir la segunda. Ya hemos salido colectivamente perjudicados con los conciertos vasco y navarro, cuyo peso en la economía nacional es mucho menor, como para dejar que la autonomía responsable del 20% del PIB español siga el mismo camino, especialmente en las circunstancias actuales. La cosa no tiene fácil arreglo. Y digo yo que los sucesivos gobiernos catalanes también tendrán alguna responsabilidad en el déficit que acumulan. Lo mismo que el resto de comunidades que están pidiendo el rescate, pero al menos han tenido la delicadeza de no empeorar el problema. En justicia, también es razonable que el gobierno central repase detenidamente qué gasto público per cápita están recibiendo los catalanes y tratar de ver si realmente hay un agravio comparativo. Pero con sosiego y sin una espada de Damocles en el cogote. Item más: ¿sería el pacto fiscal el final el camino o sólo la siguiente parada hacia el objetivo final? Me huelo, visto lo visto, que más de lo segundo que de lo primero. En cualquier caso, con la Educación transferida el independentismo no hará más que aumentar, y a las pruebas me remito, así que me temo que esto sólo es cuestión de tiempo. Nos hemos marcado un gol en propia puerta pensando que todo el equipo jugaba el mismo partido y no tenemos entrenador. Ahora puede que la cosa ya no tenga remedio.

Xavi, Casillas: haced algo, leñe.

"Mentre jo canto, de matinada, la vila és adormida encara ..."

domingo, julio 22, 2012

Marchando una de crisis española: todos tienen razón, todos se equivocan

Estoy seguro que a a estas alturas a todo el mundo le sonarán cosas como "prima de riesgo", "troika", "rescate", "deuda pública", "burbuja inmobiliaria", "recortes" o "BCE". Sin embargo, usando la muestra estadística de la que dispongo - a saber, conocidos, Facebook y foristas en internet - he llegado a la conclusión de que la mayoría de la gente en el fondo no entiende qué relación guardan entre sí, o dicho de otra forma, la situación en la que nos encontramos, sus verdaderas causas y sus más que probables nefastas consecuencias. En parte creo que es una actitud muy española. Ante una adversidad (salvo que seamos deportistas) básicamente nos hacemos dos preguntas:

1) ¿Qué hay de lo mío?
2) ¿A quién le puedo echar la culpa, a ser posible que me caiga mal?

Dado que las respuestas son tantas como españoles, el resultado es una jaula de grillos en las que todo el mundo se indigna con todo el mundo y reclama una cosa y su contraria. Y eso no ayuda a entender los problemas ni a solucionarlos.

Trataré de ir al grano: la crisis crediticia mundial de 2008 provoca el pinchazo de nuestra burbuja inmobiliaria y eso nos acaba dejando con más de cinco millones de parados, el mercado de crédito paralizado y una deuda privada gigantesca, que a su vez acaba contaminando a la deuda pública. O sea: el principio de la bola de nieve fue ajeno a nuestra economía, pero a partir de ahí, el problema es genuinamente español. Es más:  las burbujas, por definición, tarde o temprano acaban explotando con un "pop", ya que no pueden crecer indefinidamente. Por eso Francia, Suecia o Alemania están en una situación por completo diferente a la nuestra.

El primer reflejo condicionado respecto a la burbuja es echarle la culpa a los bancos. Grrr, esos señores siniestros que nos chupan la sangre. Bueno, es muy posible que sea así, pero no olvidemos que la causa de la burbuja es justo la contraria: exceso de crédito fácil y barato. La burbuja se hizo enorme porque el precio del dinero era bajo (y lo era debido a que el BCE impuso unos tipos de interés bajísimos porque le convenía reactivar la economía alemana tras la reunificación) y porque se concedieron préstamos e hipotecas a cascoporro con buenas condiciones  a empresas y a particulares, que fueron al ladrillo. Los ayuntamientos se hartaron de ganar dinero (y gastarlo luego) a base de recalificar terreno, el paro bajó a lo que podríamos llamar "pleno empleo español" (que con nuestra economía sumergida andará por el 8%) incluyendo a muchos trabajadores de baja cualificación, el Estado saneó sus cuentas, la bolsa se disparó, proliferaron los depósitos al 7% TAE y en definitiva, la construcción tiró de todo lo demás. En eso consistió "el milagro español".

¿De quién fue la responsabilidad? De todos y de nadie, aunque de unos más que de otros. Los bancos, sobre todo,  por prestar demasiado dinero sin suficientes garantías buscando beneficios fáciles y rápidos. Las autoridades económicas encargadas de supervisar el sistema (desde el Gobierno al Banco de España: "tenemos el sistema bancario más sólido del mundo") por no haber tomado medidas a tiempo y propiciado un aterrizaje suave. Los que compraron y vendieron pisos sin tener la mínima intención de habitarlos y encarecieron el precio del mercado sistemáticamente. Los ayuntamientos, las constructoras, los políticos comisionistas que se lo llevaron calentito. Incluso, de otra forma y en otra medida (ya que fueron a la vez beneficiarios y damnificados), los que suscribieron una hipoteca a cuarenta años comprometiendo la mitad o más de sus ingresos mensuales sin plantearse si realmente se lo podían permitir. Que aquello no tenía pies ni cabeza parece que lo sabíamos todos, pero todo el mundo miró para otro lado porque las cosas, aparentemente, nos iban bien.

Total, se explota la burbuja y ¿entonces qué? Muchas empresas y particulares dejan de poder hacer frente a sus préstamos y los bancos se encuentran con un montón de inmuebles cuyo precio de mercado no vale lo que sus balances dicen que vale, a lo que hay que añadir los préstamos que aún se pagan pero están en grave riesgo de mora. Conclusión: los balances hay que recalcularlos a la baja y el mercado de crédito se cierra, dicho más o menos burdamente, ya que nadie se fía de nadie y el ladrillo no se caracteriza por su liquidez. Resulta entonces que el sistema bancario tiene un agujero de tamaño familiar y pone a muchas entidades (por cierto, no las grandes y "malosas" como Santander o BBVA, sino las cajas de ahorro gestionadas por nuestros queridos políticos) en serio riesgo de quiebra. ¿Qué hacemos? Pues las juntamos entre sí, a ver si uniendo sinergias y reduciendo gastos duplicados conseguimos algo, pero claro: si juntas a dos entidades con agujeros la resultante es otra con un agujero que es la suma de los anteriores (ejemplo conocido: Bankia). Cuidao la tontería ...

Por el camino, las autoridades europeas empiezan a ponerse un poco nerviosas. Oiga, que tienen ustedes mucho paro. Oiga, que el agujero ese que tienen los bancos, a ver si me dice cuánto es. Oiga, que no me fío de sus cuentas, que hoy me dice usted una cosa y el mes que viene otra. Y por el camino también, los "mercados" empiezan a no fiarse tampoco y la prima de riesgo a subir. Saltándome tecnicismos,  con una prima en 600 puntos básicos en el mercado secundario de deuda, España tiene que dar un 6% más de interés que lo que ofrece el estado alemán por un bono a diez años cuando emite deuda. Con la tasa actual, nos prestan 10000 millones de euros en bonos y tenemos que devolver aproximadamente 20000. Acojona, ¿eh? El efecto práctico es que la prima de riesgo determina la capacidad de un estado para financiarse. Cuando ya no puede más, llega el rescate, y estamos llegando a ese punto.

¿Y por qué sube la prima de riesgo, oiga? ¿Son los mercados, esos malvados, que nos quieren hundir? Pues sí y no, señor mío. Lo que llamamos  mercado básicamente lo que mide es el grado de confianza que la economía española inspira. Evidentemente hay un considerable componente especulativo, pero respóndase esta pregunta: ¿compraría usted bonos españoles a diez años a día de hoy? ¿Qué posibilidades ve de no recuperar su dinero (eso se llama default, cuando un país no puede hacer frente a sus deudas)? Los leones se van a por el ñu herido porque son muy cabrones, cierto, pero también porque es lo más rentable ecológicamente hablando. No obstante, otro factor a considerar es que la prima sube porque los inversores se están llevando su dinero a otra parte a gran velocidad y deshaciendo sus posiciones en deuda española, que está ya en su mayor parte en manos de los bancos españoles grandes como Santander y BBVA (¿empieza a ver el lío en el que estamos y cómo se realimenta una cosa con otra?). Fusilo literalmente lo leído hoy en un artículo de Pablo Pardo en El Mundo: "A medida que hay más ajustes, hay más tensiones sociales [...] Eso, a su vez, retrae más a los inversores, que ya tenían bastante con no saber a dónde iba la economía para encima no saber a dónde va la política, el sistema regulatorio, el modelo fiscal, la presión tributaria, y la opinión pública".

Hay que preguntarse si podemos curar al ñu, si bien es cierto que cuanto más lo persigan los depredadores más debilitado estará. Necesitamos a un elefante amiguete que nos cubra las espaldas. El elefante amiguete se llama Merkel (interesante metáfora). Bueno, para ser exactos, se llama Unión Europea y se llama BCE, aunque por resumir digamos que la que manda es Alemania y su Dama de Acero. ¿Qué han hecho el Banco de Inglaterra o la Reserva Federal americana para mantener su financiación pública a intereses asequibles? Comprar deuda, tanta como ha sido necesaria. No olvidemos que un banco central puede crear dinero de la nada; el efecto es que si lo hace masivamente la moneda se devalúa y aumenta la inflación, pero es cuestión de decidir si sale más a cuenta eso o rescatar después. Por tanto, el BCE podría anunciar que va a comprar indefinidamente deuda española e italiana en el mercado secundario, pero -oh tempora, oh mores - no está por la labor. Y no está por la labor debido a que Alemania considera que eso es como dar aspirina al que tiene fiebre y que lo hay que hacer es atacar la infección: recortar gastos, ajustar el déficit y desfacer nuestro entuerto bancario. Añado en justicia que el BCE compró deuda española masivamente en 2011 y al final la prima siguió subiendo; también prestó dinero a los bancos españoles a mínimo interes que en su mayor parte estos emplearon en comprar deuda, y la prima siguió subiendo. La única posibilidad sería que manifestara su intención de hacerlo sin límite de tiempo o cantidad.

En este punto, si es que ha llegado usted hasta aquí, conviene aclarar algo importante: la deuda pública española sobre PIB, hasta que se nos ha disparado la prima de riesgo, no era grande comparativamente con nuestro entorno. En 2011 era del 68,5% mientras que la alemana era 81,30% o la italiana 120,10%. Y si hablamos de gasto público, no me resisto a mostrar esta tablita sacada de los datos oficiales de Eurostat 2010:



O sea: contrariamente a lo que todo el mundo se cree, el gasto público español no era excesivo, de hecho estaba por debajo de la media del entorno. Distinto es si ese gasto se ha empleado inteligente, racional y honradamente, o si nuestro modelo territorial es el más eficiente, pero esa es otra cuestión. Nuestro problema no es que nuestro gasto sea tan grande, sino que se nos han desplomado los ingresos y financiarnos nos cuesta un riñón con la prima de riesgo en sus niveles actuales.

Total, que el elefante le ha dicho al ñu: si quieres que no te coman los leones, yo te ayudo pero te voy a poner a dieta. El ñu argumenta con razón que con lo débil que está ponerse a dieta es contraproducente, que necesita vitaminas y hierba fresca, pero sin la protección de elefante tiene los días contados. Por tanto, el gobierno español se ha puesto a hacer "los deberes": pide un rescate para el sector bancario con problemas (cuya cantidad aún no se ha fijado salvo en  su máximo, que sería de 100.000 millones de euros) y se pone a recortar a diestro y siniestro para intentar cumplir unos objetivos de déficit comprometidos con Bruselas. En otros tiempos, el Banco de España habría devaluado la peseta pero eso ya no está en nuestra mano. Dicho de otra manera: el margen de maniobra interna es nulo.


Así las cosas sólo veo tres alternativas posibles:

a) Aceptar la ayuda europea, cuya ineludible contrapartida es controlar el déficit - aunque probablemente agrave el problema - y por tanto recortar hasta que cuadren las cuentas. Al menos mientras Merkel siga ahí.

b) Salirnos del euro, dejar caer los bancos y recortar después mucho más, dado que no nos va a financiar ni el tato y los costes técnicos de la salida en sí serían estratosféricos.

c) No hacer nada y esperar a que Bruselas nos rescate del todo y sean ellos los que recorten "a la griega". De hecho esta alternativa podría llegar por sí sola.

Lo que no existe es la cuarta alternativa, que es no recortar en nada y esperar que esto se arregle solo, salvo que alguien sepa algún método mágico para que la prima de riesgo vuelva a a los 100 o 200 puntos básicos, en cuyo caso ya está tardando en llamar a Montoro. Pues bien, dado que en mi opinión la alternativa menos pésima es la "a", no queda otra que apretar los dientes e intentar remar todos en la misma dirección (claro que entonces seríamos alemanes, no españoles). Creo que tenemos el equivocado e infantil concepto de considerar un derecho inalienable todo aquello que el Estado ha sufragado o subvencionado alguna vez en el pasado y además lo queremos en la misma proporción. Más vale que nos mentalicemos de que no es así. Y, señores, si no hay dinero suficiente y endeudarse cuesta un riñón, habrá que apretarse el cinturón y aceptar la realidad, por muy indignados que estemos retroactivamente. 

El Gobierno haría bien en tratar de comunicar y explicar y explicarse, a ser posible en castellano y en sede parlamentaria, y ya de paso, en decirnos si tiene un plan que no consista en correr detrás de la prima de riesgo como pollo sin cabeza. A lo mejor va siendo hora de tocar en serio a las rentas de capital, SICAVS y grandes patrimonios, así sea por no dar la impresión de que sólo se aprieta a los asalariados. Tampoco estaría de más que buscara más el consenso o al menos diera la impresión de buscarlo. La oposición del PSOE haría bien en acordarse de  que gobernaron las dos últimas legislaturas, antes de pensar en ponerse detrás de las pancartas; si estos recortes no le gustan, que coja una excel y nos diga su alternativa. La oposición más a la izquierda del PSOE haría bien en explicarnos si su alternativa es la b) o la c). Ciertas autonomías harían bien en tratar de ponerse de acuerdo con el Estado central en vez de ir a los tribunales y todas ellas deberían plantearse si hacen falta miniembajadas, televisiones autonómicas y cosillas por el estilo. Todos, políticos y sindicalistas, harían bien recordando que estaban en los Consejos de Administración de las cajas a las que ahora hay que rescatar, cobrando un pastizal , por cierto. Finalmente, la clase política en general - al menos por dar ejemplo - debería plantearse cuántos concejales, parlamentarios, consejeros y cargos de libre designación son estrictamente necesarios, y cuánto deberían cobrar por su trabajo. 

Y ya que estamos.  Los funcionarios tendría que ser conscientes de que en cualquier empresa cuando el pagador no tiene dinero se echa a los trabajadores a la calle, y si eso no es posible en su caso, sólo se pueden recortar sueldos. La minería como sector podría explicar qué ha hecho con los 24000 millones en ayudas recibidas desde 1990 para producir un carbón malo y caro y explicarnos por qué debemos seguir subvencionándolo cuando sólo quedan unos 7000 mineros; nos saldría más barato darle una paga vitalicia a cada uno (que supongo que es lo que quieren, igual que yo, claro). Los universitarios deberían informarse sobre lo que le cuesta al estado cada año que están en las aulas y qué parte sufragan ellos,  y los que se dicen sus "representantes" comportarse como tales y no como niñatos si los convoca el ministro del ramo. Los que se oponen a cualquier tipo de copago podrían aclarar si realmente poner un euro por receta o consulta es algo que no nos podemos permitir si se hace en relación a los ingresos (yo las cervecerías las sigo viendo llenas). Y así podría seguir ad infinitum con la economía sumergida, el fraude fiscal, etc. Que una cosa es no tener la culpa de la situación en la que nos encontramos y otra cosa es que no nos toque arrimar el hombro cada uno en lo que nos toca.

¿Conclusiones? No las tengo. Personalmente pienso que esto va a acabar en un rescate completo a no ser que intervenga el BCE y lo haga cuanto antes. Creo que los ciudadanos tenemos que asumir que ya no vivimos en el mismo país que hace sólo cuatro años. Es más, pienso que la mejor política activa de empleo que se debería aplicar es dar cursos de inglés y alemán masivamente. Ahora mismo, el trabajo no está en España y no lo va a estar en unos años. Los recortes irán a más, hasta que no empecemos a crecer o salga elegido un gobierno socialdemócrata  en Alemania  que no considere que el déficit sea la prioridad número uno. En fin, no soy optimista aunque querría.


Al menos siempre nos quedará Del Bosque.

jueves, septiembre 01, 2011

Laicismo y JMJ for dummies

Es curioso cómo algunas cosas afloran por oposición. En circunstancias normales, el JMJ y la visita del Papa habrían pasado por mi vida con una cierta distancia, la que dan los años, las lecturas y el escepticismo. Si yo tuviera que definirme a día de hoy diría que soy católico en tanto que bautizado, cristiano por convencimiento ético ante lo que Jesucristo propone y aproximadamente agnóstico a la manera unamuniana: un querer creer que quizás no es creencia completa. Hay cuestiones irresolubles que sólo pueden responderse de tres maneras: o bien Dios no existe, o bien no puede o no quiere meterse en la vida de los demás, o puede que lo haga de una forma en que me es imposible entenderlo. Y no hablo del mal que causan los seres humanos en mal uso de su libertad. Ninguna de las tres respuestas consuela. Sin embargo, uno se resiste - ¿por costumbre o por convencimiento? - a pensar que todo lo que nos rodea no sea más que el resultado de colisiones atómicas y la vida del hombre una novela que acaba necesariamente mal. Tertuliano lo dijo de una forma mucho más elegante: “credo quid absurdum est”.

La fe tiene dos vertientes: una comunitaria y otra íntima. Al fin y a la postre es la segunda la determinante. La JMJ se inscribe, principalmente, en la primera de ellas. Dice el Eclesiastés que hay un tiempo para todo. Hablando desde mi experiencia, este tipo de eventos más o menos multitudinarios se inscriben dentro de lo que yo llamaría la adolescencia del creyente. Se viaja, se conoce gente, se celebra y se canta “Kumbayá”. Hay momentos espiritualmente profundos y otros más o menos parecidos a los que puedas tener en un campamento de verano o en un festival de rock, un algo de euforia colectiva. Es una etapa más del crecimiento pero no la meta, si es que existe. Visto el envoltorio desde fuera o desde la distancia de los años, quizás resulte ñoño o infantil, pero no hace daño a nadie. En cierta manera es el cumplimiento de la recomendación de Jesús: “sed como niños”.

Por todo lo dicho, las imágenes que he visto en televisión o las noticias que he leído respecto a las manifestaciones mal llamadas laicas de mal llamados “indignados” contra la mal llamada “visita del Papa” me soliviantan doblemente. Literalmente: gente con poca pinta de pagar impuestos de ningún tipo exigiendo mochilas que no han sufragado, arrojando condones a adolescentes arrodilladas, llamando lesbianas a las monjas, gritando que la Virgen follaba, señalando a los peregrinos con el dedo al grito de que sus curas se tiran a los niños - “arderéis como en el 36” -, parejas de gays besándose enrabietados como pretendiendo insultar en nombre del “verdadero amor”. De un lado, caras que si algo no reflejaban era amor, ni tolerancia, ni defensa de nada valioso salvo de su propia estulticia ignorante y agresiva; del otro, adolescentes atónitos y algún adulto indignado de verdad.

Empezando por el principio, los famosos cincuenta millones de dinero público que presuntamente costaba la “visita del Papa” nunca existieron. La mitad se pagó con las cuotas de los asistentes, la otra mitad entre patrocinios y donaciones. Como es tontería dejar que la realidad te estropee una noticia, la fase dos fue cogérsela con papel de fumar: es que la seguridad, la sanidad y la limpieza en un evento multitudinario cuestan dinero; es que les han rebajado los abonos transporte; es que están usando instalaciones públicas; es que los patrocinios tienen exenciones fiscales (coño, acabamos de descubrir en qué consiste el patrocinio); es que está Madrid llena de pasos de Semana Santa y la gente tiene que ir a trabajar. Acepto el órdago: suspendamos la Feria, el Rocío, los Sanfermines, las Fallas, la Diada y las celebraciones del Madrid en Cibeles. Fuera Olimpiadas. Que no se repita la Expo 92. Que U2 no vuelva de gira por España. Fin de las concentraciones de indignados en la vía pública. Que se acaben las manifestaciones y las huelgas generales. Terminemos con los partidos de liga de alto riesgo. Fuera la fiesta de la primavera y el día del Orgullo Gay. Que los polis, los médicos y los barrenderos están para otras cosas. Que yo soy del Barcelona, que yo no soy gay, que yo no bailo sevillanas, que no me gustan la celebraciones patrióticas, que la calle se llena de borrachos, que a mí me gusta la ópera, que quemar ninots es antiecológico y la madera donde mejor está es en el bosque. "Que no, que no, que no con mis impuestos". ¿No? ¿O qué?

Aprovechando que el Pisuerga no pasa por Móstoles, llegó la fase tres: con la de niños que se mueren en África y la de tesoros que hay en el Vaticano. Pues miren ustedes: los verdaderos tesoros de la Iglesia no están en el museo vaticano. Están ya en África, y en Sudamérica, y en muchos sitios donde los robamochilas no irían ni de turismo solidario. Muchos de los asistentes al JMJ venían de allí. Están en las parroquias, en grupos misioneros, en ONG's, en Caritas, en Manos Unidas. Sólo en España los dos últimos manejan 250 millones anuales que en su inmensa mayor parte proceden de donantes particulares (lo que equivale a cinco JMJs, haciendo las cuentas de la vieja). Y ya que estamos, yo he tenido la oportunidad de visitar el dichoso museo, incluida una parte que no se muestra al público, y básicamente lo que hay allí es una amalgama variopinta, desde el martillo de plata con el que se golpea por tres veces al Papa cuando muere a objetos litúrgicos donados por reyes y jerifaltes varios. ¿Podrían venderse los chismes, subastarse La Piedad de Miguel Ángel en Sotheby's, desmontarse la basílica de san Pedro y venderla por trozos? Supongo que sí. ¿Podrían venderse los cuadros del museo del Prado y cambiarlos por comida para África (que llegue ya es un poco más complicado)? Supongo que también. Last but not least: todos estos tan súbitamente preocupados por el cuerno de África, ¿qué hacen concretamente al respecto? Porque digo yo que para arrojar tantas piedras lo moralmente correcto es estar libre de pecado. Por cierto, el que quiera redimirse un poco, lo tiene fácil:

http://www.caritas.es/qhacemos_emergencias_info.aspx?Id=2009

Como bien se han encargado todos los medios de recordarnos – especialmente los de izquierda – España es un país laico. Muy cierto y muy acertado. Casualmente, los países que no lo son tienen regímenes de otras religiones distintas a la católica, pequeño detalle a no olvidar. Por tanto, dado que Iglesia y Estado están separados, gracias a Dios y la Ilustración y a no pocos disgustos, lo que la Iglesia haga sólo le compete a los católicos siempre que no incumpla las leyes, y esto incluye el derecho de opinión, y por supuesto la contrapartida de aceptar las críticas en cuanto institución pública. Las críticas, que no las blasfemias ni las injurias.

Yo soy laico por partida doble, puesto que siendo cristiano no pertenezco a ninguna orden clerical. Y como otros millones de cristianos laicos soy consciente de que la Iglesia tiene cosas que mejorar y cuestiones en las que evolucionar; es más, de algunas de ellas depende su pujanza y su supervivencia en el largo plazo. No veo problema alguno en que los curas se casen y que las monjas consagren. Vivo con normalidad que mis amigos gays lleven una vida de pareja y se casen si lo desean. Entiendo que un buen divorcio es mejor que un matrimonio desgraciado. Me parece que no hay diferencia moral entre los anticonceptivos naturales y los que no lo son, aunque los primeros fallan mucho más. Creo que la liturgia y el lenguaje clerical hay que renovarlos de forma que realmente cumplan su propósito, sobran ornamentos y voces aflautadas y faltan palabras sencillas que lleguen directas al corazón. Es más: estaría más tranquilo si la Iglesia española se autofinanciara, sin más relación con las arcas públicas que la cesión del 0'7 del IRPF dado que también puede asignarse a ONG's. Iglesia y Estado, cuanto más lejos, mejor.

Pienso otras muchas cosas, porque soy laico y me puedo permitir expresarlo libremente ya que mi opinión sólo me obliga a mí mismo, pero precisamente porque algo conozco del tema sé que la Iglesia como institución tiene sus propios tiempos, que no son los que marcan las leyes de un país concreto ni la prensa ni los foros de internet ni los informativos de la Sexta ni los cuatro exaltados que no representan a nadie aunque se crean que sí. Precisamente lo peor que podría hacer una institución bimilenaria como esta es tratar de seguir las modas. Las leyes van y vienen y se cambian y no pasa nada, pero el Papa no es ZP y hay muchos cientos de millones de católicos en el mundo de toda laya, color e ideología. A Dios gracias, es una responsabilidad que yo no tengo ni querría tener, por la inmensa cantidad de implicaciones morales, teológicas y pragmáticas que los cambios doctrinales tienen, hasta el extremo de que algunas de estas cuestiones que muchos cristianos laicos aceptan con normalidad dudo que puedan ser nunca bendecidas por la Iglesia jerárquica. Ni yo mismo - que las apruebo - sabría cómo encajarlas. Haciendo un paralelismo chusco, un madridista puede entender algunas cosas que hace Mourinho aunque él personalmente no las comparta ni vaya a dejar de ir al Bernabeu por ello. Y cerrando la comparación, a nadie le obligan a ser del Madrid.

El pasado sábado me obligué a ver La Noria porque dedicaba su parte “seria” al JMJ y a los choques entre policías y “laicos”. Hasta me tragué el “debate”, escuché a Maria Antonia Iglesias y Pilar Rahola sacar la palabra fascismo a pasear en el minuto uno (“ese Cristo llevado por legionarios, por Dioooos, si la Legión la fundó Millán Astrayyyyy”) y lo habitual de este circo, pero el reportaje no estuvo mal, salvando quizás el pequeño detalle de que cada vez que salía el Papa ponían la música de “The wall” muy sibilinamente. No me gustó ver a la policía pegando porrazos a diestro y siniestro, en muchos casos a gente que simplemente pasaba por allí. Tampoco estuvo bien que alguno de los pacíficos “laicos” empezara tirando botellazos. Pero lo que más gracia me hizo es que a todos los tertulianos, mientras se chillaban y se quitaban la palabra unos a otros, se les llenaba la boca de decir que por suerte España es un país abierto y tolerante, y que el pasado (ese que continuamente se trae a colación en este tipo de pseudodebates) ya está superado. Yo no estaría tan seguro.

domingo, abril 10, 2011

España today

Rajoy, indignado con la dimisión de ZP.
"La única idea concreta que teníamos para salir de la crisis y van y nos la copian. No hay derecho". La dirección del partido solicita el apoyo de la SGAE en una hipotética denuncia por plagio y busca con urgencia asesores que entiendan de economía.

Apocalipsis atómico en Garoña
Un terremoto de grado cinco con epicentro en Barcina del Barco provoca el pánico nuclear en la central, tras derrumbarse la casetilla del perro. Ecologistas en Acción exige que se desmonten todas las centrales nucleares y que se averigüe el paradero del chucho. Agotadas las existencias de contadores Geiger en toda Europa. Nunca Mais exige saber dónde está Fraga para saber si tiene que manifestarse ya o espera un poco. En un acto se solidaridad sin precedentes, durante un minuto ningún internauta le ha echado la culpa a nadie. Se crea el grupo de Facebook "Todos somos Toby", que cuenta ya con 245.000 afiliados. La web de El Mundo se ha colapsado al utilizar un tamaño de fuente excesivamente grande para el titular ("Moriremos todos"), sólo visible en monitores panorámicos de 42 pulgadas.

El Foro por la Memoria de la Comunidad de Madrid suaviza su petición de voladura de la cruz del Valle de los Caídos
"Hemos pensado que nuestra propuesta es mejorable para que todos los demócratas estemos de acuerdo en esto: volar la cruz pero dejando salir antes a los monjes de la abadía", ha explicado un portavoz. "En último extremo, nos conformaríamos con que se pintara un graffiti en el brazo vertical que ponga FACHA EL QUE LO LEA".

Artur Mas se hace españolista tras leer a Ortega y Gasset
"Yo es que esto no lo sabía", ha declarado entre lágrimas.

Le dan el premio al mejor expediente académico a un muñeco
Gran escándalo en la entrega a los mejores expedientes académicos de ES0 2011 al descubrirse que el presunto alumno era un muñeco de polispan. Preguntado el director de su instituto comentó que no habían notado nada anormal, salvo su exquisito comportamiento y su regularidad en la asistencia a clase. "De hecho, consultamos a varios psicopedagogos y nos dijeron unánimente que los contenidos actitudinales son tanto o más importantes que los transversales si se ponen en diagonal". El dueño del muñeco ha resultado ser un doctorando de la Universidad de Yale que está escribiendo una tesis titulada "¿Y por qué no con una cabra?".

El cambio climático provocará la extinción total de la vida en la Península Ibérica
Un estudio del CSIC revela que con una probabilidad del 90% los animales y personas vivos en 2011 dejarán de estarlo en el 2300. También predice que para entonces el nivel del agua en los embalses españoles habrá subido entre 5 cm. y 40 metros. La Ministra de Medio Ambiente ha tomado buena nota y predice que podrían ahorrarse el 20% de las emisiones de CO2 si se prohíbe la circulación de coches oficiales por el centro de las grandes ciudades entre semana.

Todos los tertulianos españoles son trillizos
Se ha averiguado por fin el misterio de los periodistas que ejercen de tertulianos en radio y TV: todos ellos pertenecen a familias de trillizos que se suplantan entre sí. "¿Pero alguien se piensa que la misma persona puede opinar con propiedad haciendo un programa por la mañana y otra por la noche y además escribir en varios periódicos?", ha declarado Mamen Gurruchaga II. "Pues el día que os enteréis de cuántas hermanas son Belén Esteban os vais a cagar".

Introducen por error una noticia deportiva en la portada del Marca
El redactor jefe del diario Marca ha sido expedientado tras introducir en primera plana un titular con valor informativo. "No sé en qué estaba pensando", ha comentado entre lágrimas. El responsable de la sección deportiva en el programa "Noticias" de Antena 3 ha sido tajante: "si fuera empleado mío, lo despediría fulminantemente".