jueves, febrero 16, 2006

Caricaturas e idiotas

Hace un par de noche asistí con sumo interés a un debate en TVE sobre la famosa polémica de las caricaturas - presuntamente - blasfemas publicadas en cierto diario danés. Entre los sesudos participantes se encontraba el subdirector del diario El País, cuya posición era la que más me interesaba de partida, ya que la del resto de los participantes - Sebastián Fanjul, Jon Juaristi, etc. - ya me la suponía o la había leído previamente. Sorprendentemente, la posición del mentado periodista era que, dejando por sentado el respeto a la libertad de expresión, publicar las caricaturas le parecía un disparate argumentando que muchos musulmanes podían ofenderse, el necesario respeto a las creencias ajenas y todo el bla bla bla multiculturalista acostumbrado. Y esto lo dice alguien que pertenece a un grupo mediático cuya cadena televisiva el año pasado emitió un - también presunto - programa cultural que versaba sobre la extraña intención gastronómica de cocinar a un Cristo.

En otros debates similares, las tesis en semejante línea de pensamiento hacían por supuesto hincapié en la guerra de Irak (que, a lo que se ve, es la fuente de todo posible conflicto entre el Islam radical y Occidente desde las Cruzadas como mínimo), al problema palestino y a toda la habitual palinodia consabida. Obviando pequeños detalles como que la mayoría de las muertes de civiles en Irak ha sido provocada por los mal llamados "insurgentes", al frente de los cuales se encuentran demócratas de toda la vida como Al Zarqaui, un filántropo jordano cuyo respeto por la vida de los iraquíes es el mismo que siente por los "cruzados" occidentales a los que decapita.

Yo he perdido mi capacidad de asombro. Si algo aprendí de filosofía de COU es que las causas por fuerza han de preceder a las consecuencias, y que hay que tratar de separar a las causas primeras de las segundas. Y esto lo digo porque no entiendo cómo tantos - presuntos - intelectuales en Europa no quieren darse cuenta que un sector nada minoritario del Islam no comparte las mismas reglas del juego que nosotros, que el Islam, en su conjunto, no ha pasado por nada parecido a la Ilustración y que para muchos musulmanes y, especialmente, para sus gobiernos, no exite separación entre religión y estado. Si a eso añadimos que la polémica ha surgido varios meses después de la publicación de las caricaturas, en plena crisis atómica con Irán y diplomática con Siria (curiosamente, los países más implicados en ella), sorprende que aquellos cuya única obligación conocida es estar informados para que los demás lo estemos nos tomen por gilipollas. Porque todo ello viene de mucho más lejos que la guerra de Irak de los cojones y tiene causas mucho más profundas de las que ni siquiera Bush tiene la culpa.

Para rematar, me maravilla que un país como España, donde a la fe católica se la ridiculiza permanentemente desde ciertos medios de comunicación, especialmente los considerados "progresistas" (me autoremito a mi artículo sobre "Los Serrano" en este mismo blog), estos mismos medios se escandalicen de la - presunta - falta de respeto que las caricaturas suponen para los musulmanes. Con lo que me pregunto si estos sesudos analistas verían bien que la próxima manifestación convocada por la Conferencia Episcopal, en vez de discurrir por la Castellana para pedir cambios en la nueva Ley de Enseñanza, se desplazara hasta Fuencarral para quemar los estudios de Tele 5, por poner un caso. La pequeña diferencia es que los cristianos occidentales, antes que cristianos, somos demócratas, y sabemos que estas cosas se resuelven en los tribunales y no mediante la violencia. Igual que sabemos que nuestras creencias son nuestras y de nadie más, y que hay ciertos derechos y libertades que prevalecen sobre nuestra cosmovisión de las cosas.

Así que desde aquí reivindico el mismo rasero: quiero las mismas lágrimas de cocodrilo cada vez que se cocine un Cristo en la tele, o cada vez que en una serie el cura y la monja de turno sirvan de mofa y befa, o cada vez que un personaje de "Siete vidas" haga un chiste sobre la fe católica. Pero si la libertad de expresión debe prevalecer - y DEBE PREVALECER - lo único que pido es igualdad de criterios.

Idiotas, más que idiotas.

5 comentarios:

Magda Díaz Morales dijo...

Totalmente de acuerdo, pero como dices, que sea parejo. No comprendo porque sí publican estas grotescas caricaturas y en cambio sucede lo siguiente: "El diario danés de derecha liberal Jyllands-Posten, el primero que publicó las polémicas caricaturas de Mahoma, se había negado a difundir ilustraciones satirizando a Jesucristo, según informó ayer el diario británico The Guardian. En abril de 2003, el ilustrador danés Christoffer Zieler, propuso una serie de dibujos no solicitados sobre la resurrección de Cristo, pero el Jyllands-Posten se negó a publicarlos, por considerarlos ofensivos para sus lectores".
No, no lo entiendo, sí a mi la libertad de expresión me afecta o afecta a "los míos", pues no lo hago, pero si afecta a los demás, que se aguanten.
En fin, como dice Jio, la interpretación de las cosas es como las "colitas", cada quien tiene la suya.

A mi me gustó mucho un articulo de Juan Goytisolo titulado "Entre manipulaciones y fetuas", lo que dice me parece excelente, se publicó en El pais (opinion 10-02-2006), el expresa, entre otras muchas cosas:

Magda Díaz Morales dijo...

"Insisto: el respeto de los valores ajenos, en la
medida en que son respetables, es el fundamento de las
sociedades democráticas. Por dicha razón, ni la
poligamia, ni la discriminación de la mujer, ni las
prácticas aberrantes de las sociedades subsaharianas y
nilóticas tocante a la ablación tienen cabida, por
ejemplo, en el ámbito europeo ni pueden ser toleradas.
Las leyes las prohíben y nuestra razón las condena.
Tratándose de otros aspectos de orden religioso que
podemos calificar de respetable, la consideración y
reciprocidad se imponen. Pues no se trata sólo de una
cuestión de valores, sino de sensibilidad respecto a
las creencias ajenas. 5. El lamentable asunto de las viñetas publicadas en
el diario danés Jyllands-Posten revela con crudeza las
múltiples facetas y ambigüedades del problema. La
caricatura de Mahoma con una bomba por turbante en la
cabeza -con su equiparación insidiosa entre musulmanes
y terroristas- me parece una generalización tan
abusiva como insultante.

La democracia tiene que mantenerse firme en sus
principios y evitar toda claudicación, pero exige
flexibilidad en la aplicación de sus reglas.
Suscribo lo escrito por los editorialistas de The Guardian -"no
sería apropiado, por ejemplo, reproducir una viñeta
antisemita de las que se publicaban en la Alemania
nazi"- y de Financial Times -"la libertad de expresión
es una de nuestras libertades más apreciables. Pero no
es absoluta: no incluye el derecho de gritar '¡fuego!'
en un teatro abarrotado"-. La libertad no nos exime de
un mínimo de responsabilidad y el Jyllands-Posten no
ha mostrado responsabilidad alguna. Si sería un
desatino en un ambiente crispado como el nuestro
publicar un editorial titulado ¡Los catalanes quieren
desmembrar a España!, lo de la bomba y Mahoma es más
insensato aún en una situación explosiva agravada por
cuanto acaece en Oriente Próximo. ¡Bastante fuego hay
como para arrojarle más leña!

(...) Por mi parte, sin apartarme un ápice de la defensa de
la libertad de expresión, me sumo al proyecto de
Alianza de Civilizaciones promovido en Naciones Unidas
por el presidente del Gobierno como el mejor antídoto
contra la espiral de irresponsabilidad y violencia
avivada por los extremistas de los dos bandos" (J. Goytisolo).

Muchos saludos.

El protestón dijo...

Hola, Magda.

Lo primero gracias por tus comentarios.

Lo segundo, creo que estamos analizando cosas diferentes. Yo no he entrado a juzgar al Jyllands-Posten. Probablemente las caricaturas - si nos las tomamos en serio - no eran ni particularmente graciosas (aunque lo de que se estaban quedando sin vírgenes tenía su aquél) ni respetuosas si lo tomamos desde el punto de vista de un musulmán, pero como cristiano puedo decir que no lo eran ni más ni menos que cientos de ejemplos similares donde la caricaturizada era la fe católica, y eso sin moverme de España. La diferencia es que los cristianos occidentales somos conscientes de vivir en una sociedad laica y a eso nos atenemos. Si algo resulta injurioso, están los tribunales, no las antorchas.

Por tanto, me es indiferente si el mismo diario en determinada ocasión no quiso publicar determinados chistes sobre Jesucristo, es a los medios de opinión españoles a los que juzgo en mi artículo y no al diario danés. Y ya que tanto hablamos de respeto mutuo, podríamos hablar largo y tendido por la ausencia de respeto hacia las otras religiones en muchos países musulmanes, que esa es otra.

Por lo demás, siento decirte que todo eso de la Alianza de Civilizaciones me parece otra cáscara vacía más. No existe un sólo país islámico democrático, y donde no hay democracia malamente hay respeto por los derechos humanos occidentalmente aceptados. No sé en qué debe consistir esa "Alianza", la bonita idea de "llevarnos todos bien" es el sentido de la ONU y de otros cientos de organismos internacionales.

Insisto que el problema con el Islam radical empezó mucho antes que la guerra de Irak. Y ya que estamos, y como no esperaba menos, me gustaría saber a qué se refería Goytisolo con los "extremistas de ambos bandos". Que yo sepa, aquí unos hacen caricaturas y otros queman embajadas; como que no es lo mismo.

Anónimo dijo...

Aún pudiendo parecer que me considero por encima del bien y del mal, voy a empezar diciendo que soy ateo convencido y que pienso que la Religión (cualquier religión, desde la época de las cavernas hacia acá) es un medio para que unos pocos dirijan, manipulen y se aprovechen de la necesidad que tiene la gente de “trascendencia”, de creer que ahí algo más allá, del miedo que da llegar a la conclusión de que antes de que tú, como ente individual, existieras al universo le importaba un mierda si llegabas a existir o no, y que después de que te hayas ido, el mundo va a seguir girando igual, y para ti no habrá en absoluto después. La vida de cada uno no tiene ningún sentido fuera del que cada uno le de en el corto lapso de tiempo que le toca vivir, y del bien o el mal que pueda hacer a los demás en ese tiempo. Esta es una idea que pocos son capaces de soportar, y de esa necesidad surge la religión. A medida que esta se va organizando, jerarquizando y estructurando y convirtiéndose en La Religión, algunos se aprovecha para sus fines de la necesidad de la pobre gente (Hoy en día se puede matar a millones de personas pulsando un botón, pero en el siglo XV había que matar cara a cara, manchándose con la sangre de un perfecto desconocido que no te había echo nada, y uno de los medios más eficaces para lograr eso era el odio religioso).

Una vez he soltado este panfletillo, con el que quiero dar a entender que pasar de la religión al fundamentalismo y de ahí a manipular a las masas no es difícil, diré que tienes razón en que estamos ante una cortina de humo orquestada por los gobiernos de Siria e Iran, y que igualmente ofensivos resultan para los cristianos otras cosas que se publican en occidente, y que los cristianos aguantan como deberían hacer los musulmanes (Ojo, he dicho aguantan, que callar no callan, pero también creo que eso es legítimo, la libertad de expresión va en ambos sentidos, y si unos tiene derecho a decir algo que moleste, los otros tiene derecho a protestar).

Afortunadamente vivimos en Occidente, y no creo que seamos superiores por eso, simplemente creo que vamos más avanzado (unos 5 o 6 siglos para ser exactos) y aquí hemos vivido el renacimiento, la ilustración, la revolución francesa, etc, mientras que en los países árabes siguen viviendo en monarquías teocráticas medievales. No obstante tampoco deberíamos mirarnos con tanta autocomplacencia: los derechos de los que aquí goza la mujer no se han conseguido realmente hasta principios del siglo XX, o después, la separación entre iglesia y estado que se logrón inicialmente en Francia con la Revolución ha costado y cuesta de ser aceptada por cierta gente, y eso fue en Francia, que en España sólo se intentó en los años 30 y mirad como terminó la cosa.

Por otro lado el famoso periódico tampoco es totalmente inocente. Al parecer se trata de un periódico ultraconservador que buscaba provocar y lo consiguió y que jamás habría publicado algo semejante que pudiera ofender a los cristianos. No quiero decir con ello que la reacción justificad a esto deba ser quemar embajadas ojo. No lo que deberían haber echo los musulmanes es lo que hacen los cristianos aquí: protestar y aguntarse, que para eso impera la libertad de expresión.

El protestón dijo...

Puede ser que la causa primera o última de la religión sea darle un sentido a la efímera existencia terrenal o consolar con la idea de que hay otra vida a los que se saben mortales. Quizás sea el origen de la myoría de ellas, aunque no todas las religiones creen en la otra vida o en un Dios personal como las tres del Libro (judaísmo, cristianimos e islam). Dicho ésto, y comprendiendo tu postura de ateo, añadiría que la religión bien entendida es algo más que eso, debe buscar la felicidad del que la practica y de quienes lo rodean. Si no es así, algo le falla a la religión o al practicante. Por tanto, es fuente de conflictos pero también de grandes frutos.

Dicho ésto, es un hecho objetivo que la gran tragedia de la religión es tomar contacto con el poder, como le ocurre a cualquier fenómeno humano. El cristianismo paso de perseguido a perseguidor a partir de Constantino, y costó Dios y ayuda (literalmente) que Estado y religión se separaran. Creo que todos, los creyentes y no creyentes, estaremos de acuerdo en que cristianismo y estado, cuanto más lejos (que no opuestos), mejor. A eso llamamos laicismo, y junto con el derecho romano, la ilustración y buena parte de la ética cristiana es la base de nuestra civilización en lo cultural y en lo moral.

No sé si se puede hablar en términos de superioridad cuando comparamos civilizaciones o modos de vida. Es un hecho que en los países islámicos no se respetan los derechos mínimos que los occidentales consideramos como irrenunciables, y todos los países que firmaron la Carta de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas. No sé si esto nos hace superiores a ellos, pero al menos en este aspecto yo no cambiaría ni de lejos mi modo de vida por el suyo. Nosotros tenemos nuestra spropias lacras: el consumismo, el capitalismo salvaje, la falta de respto por la naturaleza y algunas otras cosas. Pero en el aspecto concreto que nos ocupa, creo que los países islámicos andan cuatro o cinco siglos retrasados.