sábado, septiembre 16, 2006

El País, El Mundo, ABC, el 11-M

(c) Ricardo (El Mundo, 14-09-2006)
Bueno, pues ya está liada. Los tres periódicos de mayor difusión nacional, en guerra abierta a cuenta del 11-M. El motivo: El País denunció en su editorial del pasado día 13 que El Mundo pagaba a su principal confidente actual en su investigación sobre los atentados, el minero Suárez Trashorras. Lo malo es que no ha hilado muy fino: ha cogido una presunta conversación del mentado Trashorras con sus padres (y esta grabación sólo ha podido ser filtrada por el Ministerio del Interior), ha hecho un corta-pega y ha puesto en titulares una frase sacada de contexto que además no se refiere a él mismo, sino a otro presunto implicado en la trama asturiana (el tal Nayo) y en términos de suposición. O sea, algo así como que la frase "si yo fuera presidente viviría como un rey a costa de los Fondos Reservados" se tradujera en un titular como "El Protestón recibe dinero de los Fondos Reservados y el Rey lo sabe". ¿Amarillismo? No, yo creo que es algo más grave.

Las preguntas que debemos hacernos son tres, por orden de importancia:
  • ¿Los datos que El Mundo ha ido publicando son ciertos?
  • ¿Por qué El País entra ahora al trapo después de dos años de oídos sordos a lo que El Mundo ha ido destapando?
  • ¿Qué pinta ABC en todo esto?

Pues bien, para contestar a la primera pregunta, por mucho que pueda desagradar a cierto perfil lector, hay que leer El Mundo y sacar conclusiones. Como ya dije en un post previo, hay muchísimas cosas en la tesis oficial sobre el 11-M que no cuadran. El Mundo - por el momento - no ha elaborado una visión completa de lo ocurrido, aunque estoy seguro que la tiene y por eso insiste, pero ha expuesto ya tal cantidad de puntos negros que empieza a ser difícil ignorarlo. O sea, creo que se está acercando a algo gordo y ha empezado a hacer verdadera pupita en ciertos entornos del poder.

Lo cual contesta y nos lleva a la segunda pregunta: yo creo que El País actúa por encargo. Es inevitable remontarnos al precedente del GAL: el PSOE y PRISA lanzaron toda su artillería contra El Mundo hasta que las evidencias fueron tan irrefutables que tuvieron que plegar velas. Aún así, los principales implicados ya están en la calle o camino de ella, lo cual podría ser objeto de otro artículo. En cualquier caso, y dado lo burdo del caso, creo que lo que el País pretende es afianzar a sus propios lectores (lo que equivale a cierto perfil elector también, el que no leería El Mundo ni por casualidad y que ahora mismo está reforzado en su convicción de que los otros son unos manipuladores mentirosos). Y con esto no pretendo decir que los lectores de El País sean más tontos, sino que indudablemente con las habas que se están cociendo o se leen varios periódicos o se autocondena uno al ostracismo intelectual. Para más INRI, el propio subdirector del periódico en un careo con Pedro J. en Antena 3 tuvo que reconocer que no tenían pruebas de lo que decían, lo cual para mí deja las cosas muy claras. Pero para eso es necesario ir más allá de los titulares y hacer "zapping" por sitios quizá molestos.

Finalmente, en cuanto a la postura de ABC, creo que es por mera supervivencia. Comparando la posición mediática de ABC con la de hace veinte años, cuando era prácticamente el único diario conservador de difusión nacional, ahora se encuentra en un "sandwich" con El Mundo a su izquierda y La Razón a su derecha, perdiendo lectores imparablemente. Si a eso se le suma que ABC es un periódico "de orden", es lógico que se enfrente a todo aquello que ponga en cuestión a los aparatos de seguridad del Estado.

Como ciudadano y como ser pensante, realmente no me preocupan ni mucho ni poco las cuchilladas tras el telón entre los medios de comunicación, pero sí - y mucho - la verdad. No sé dónde terminarán las investigaciones de El Mundo, tienen ya munición sobrada para que pensemos que no sabemos todo lo importante sobre el 11-M, e incluso quizás ni siquiera lo principal. Lo que pido a mi gobierno y por extensión a los medios afines es que aquello que puedan desmentir o aclarar fehacientemente, lo desmientan o aclaren contundente e indubitablemente. No me interesa - aunque todo apunta a que en este caso es mentira - si un confidente recibe dinero por hablar, sino si lo que dice es cierto. El ataque "ad hominen" sólo me hace sospechar aún más de que hay algo turbio.

Fernando Múgica, principal periodista investigador del 11-M en el diario de Pedro J., hizo unas declaraciones tremendamente inquietantes en Tele 5, el día 13, que parafraseo: "Según mis informantes, el día que empezara a acercarme a la verdad, lo notaría, y ese día ya ha llegado". Si está en lo cierto, deberíamos empezar a tomarnos el asunto en serio.

No hay comentarios: