lunes, febrero 05, 2007

La bandera, mamarrachos



A ver si lo he entendido bien. Se hace una manifa de apoyo al gobierno y al "proceso de paz" y sólo aparecen banderas de Ecuador y tricolores, con la asistencia de la plana mayor del PSOE y del progresismo no-a-la-guerra-rosas-blancas-nunca-mais. Organiza otra el Foro de Ermua en contra de la negociación, secundada por el PP, y resulta que el bosque de banderas españolas y el himno nacional al final es, según el Gobierno, una clara utilización partidista de los símbolos comunes por parte de quien, por otra parte, no ha convocado la manifestación. Y eso a pesar de que el Foro (fundado y sostenido, entre otros, por notables personalidades del PSE antes de que el sector Redondo Terreros fuera expulsado a las tinieblas exteriores) ha explicado claramente que la bandera y el himno forman parte de sus actos, empezando por los del País Vasco, porque representan exactamente aquello por lo que luchan: el derecho a sentirse españoles sin que los persigan por ello. Bueno, siendo sinceros, Pepe Blanco y compañía han sido extremadamente benevolentes; el ínclito señor Portabella (ERC, ayuntamiento de Barcelona) ha advertido que el PP intenta dar "un golpe de estado encubierto" por la utilización del himno al final de las manifestaciones "donde no se apoya el diálogo". Vamos, que hay más tontos que ollas; lo peligroso es tenerlos en el poder.

Siendo sinceros, la bandera española debe de ser de las pocas en el mundo civilizado cuyo uso y disfrute resulta sospechoso excepto en los eventos deportivos. Todavía queda mucho mentecato que la tacha de franquista, aunque para ello habría que remontar al Caudillo hasta los tiempos de Carlos III. Otro sector, aproximadamente coincidente con el anterior, considera mucho más apropiado salir a manifestarse con banderas tricolores, tan constitucionales como la del aguilucho e igual de respetuosas con la forma de Estado con que los españoles no hemos dotado desde la Transición. Last but not least, está el nutrido colectivo que porta ikurriñas y senyeras hasta para ir a mear.

Así que, resumidamente, si la izquierda prefiere la bandera republicana y los nacionalistas las de sus terruños, el que saca una rojigualda a la calle ya se sabe donde se encuadra: en la derechona irredenta que quiere hacer uso partidista de los símbolos comunes. Cuando lo que realmente cabría preguntarse es por qué los demás no la usan, cuando a todos abarca y a nadie debería molestar. Pues precisamente por eso: porque se ve que molesta. Dicho de otra forma: los que deberían dar explicaciones de por qué enarbolan otras banderas que ni son de todos ni vienen a cuento son los que prescinden de la roja y amarilla. Pero como esto es el mundo al revés, los sospechosos son los "normales". Los de la AVT y el Foro de Ermua son los malos, y Juana de Chaos y Otegi los buenos que están en el proceso, abiertos al diálogo y a la paz entre los pueblos. La paz de los cementerios, supongo.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues la verdad es que tienes razón, pero ¿de que te sorprendes? No esperarás que los de ERC o los del PNV enarbolen una bandera española (sea la que sea).

Yo creo que los partidos nacionales tiene muchos complejos (por llamarlos de alguna maera). Por ejemplo el PP tiene complejo de llamar a las cosas por su nombre y de definirse como de derechas (que no pasa nada, que es una etiqueta tan válida o inválida como otra cualquiera, pero que les cuadra bien). Otro ejemplo, el de "cargar" con cierto pecado original de ser los herederos del régimen: es cierto que en el PP hay elementos de AP, y que en el aprtido hay personas que ocuparon cargos durante el regimen franquista, pero si a eso vamos, más heredoros del régimen que la UCD no ha habido. Lo malo es que cada vez que se saca el tema de la memoria histórica, la guerra civil, la dictadura y demás temas colaterales, no se como se las apaña el PP para acabar justificando (o pareciéndolo de algún modo) al Franquismo. Y eso que los otros se lo ponen a huevo cuando se enorgullecen de ser los herederos de la Izquierda que había durante la república (como si fuera para enorgullecerse).

Por otro lado, entre los su complejos, el PSOE tiene el de la "identidad nacional", lo que lleva por ejempleo a cosas como la que comentas, o a que todos seamos "estepaiseños", porque a pesar de la E del nombre del partido, nosotros vivmos en "estepais" no en España.

En fin, lamentable pero cierto.

Papa Kin

El protestón dijo...

Sorprender no me sorprendo. O sea, no me sorprendo de que los nacionalistas periféricos no quieran ver una rojigualda ni en pintura, pero sí de que el partido que gobierna en España critique a quien la saca y no diga ni mú cuando en sus manifestaciones se pasean banderas anticonstitucionales.

El PP no se caracteriza por sus habilidades comunicativas, de ahí que no gane en las encuestas por absoluta con el impresentable que está en la Moncloa. Pero lo cierto es que hay ciertos debates donde la derecha española, haga lo que haga, lleva las de perder por un cierto estado generalizado de opinión. Oponerse a un continuo volver sobre la Dictadura y la Guerra Civil es una postura razonable por principio, pero indefendible én los tiempos que corren. La política es el arte de no hilar fino y el que lo intenta ya sabe a lo que se enfrenta.

Anónimo dijo...

Está bien que quienes se sienten dueños de un símbolo lo usen en exclusiva. Pero que no nos obliguen a quienes queremos ignorarlo a comulgar con él. En el pecado llevan la penitencia.

El protestón dijo...

No, anónimo, la cosa es justo al revés: los que no tienen complejos en utilizar lo que legalmente nos pertenece a todo son acusados de querer ser sus únicos dueños por gente como tú. Por lo demás, tú puedes hacer de tu capa un sayo o usarla de bandera si así te place.