martes, octubre 06, 2009

Enfermedades raras: el síndrome de la rotonda

Estoy seguro que todos los que leen este blog son personas preparadas y saben cómo se circula en una rotonda. Para los olvidadizos recomiendo leerse este estupendo artículo de otro bloguero policía y para los vagos dedicar treinta segundos a la comprensión del siguiente gráfico clarificador tomado de la misma fuente:



Sin embargo, cosas que tiene la vida, la mayor parte de los conductores no saben circular correctamente en una rotonda, o si lo saben lo han olvidado. Este gran misterio ha provocado el interés de los más sesudos pensadores hasta que un equipo interdisciplinar del Hospital Psiquiátrico Universitario de Borussia-Dortmund junto con especialistas del cotolengo de Santa Eufemia han descubierto la verdadera causa: el síndrome de la rotonda. El que coge una rotonda por el medio y sin señalizar no es que sea un capullo, es que sufre una alteración visual, ya que donde debería ver esto



en realidad su cerebro forma una imagen diferente, a nivel de lo que viene siendo la pituitaria y el cortex límbico cefalorraquídeo, más o menos así:



Este descubrimiento, sin duda merecedor del Nobel y de otros altos reconocimientos, ha venido a arrojar luz sobre este misterio hasta ahora inexplicado, porque es de todo punto imposible que tantos probos padres de familia hagan el besugo sin una causa plausible al volante de sus vehículos. Pues he aquí la causa plausible y manifiesta.

Item más, humildemente he profundizado por mi cuenta y riesgo en esta tesis novedosa y he encontrado una dolencia local de la provincia de Sevilla, derivada de la anterior pero con características propias, que denominaré síndrome de la rotonda de Ikea de Castilleja. Y no crean que ha tenido nada que ver el hecho de que yo viva justo al lado. Es más, estoy seguro que a los clientes que vienen a Ikea los sábados y colapsan mis vías de salida les resultará poco menos que inconcebible que haya gente que no sólo no quiera ir a Ikea sino que pretenda alejarse del lugar. Por eso, tras luengas deliberaciones y una muestra estadística de dos o tres señoras alteradas que me han gritado, he llegado a la conclusión de que también estamos ante un fenómeno similar. Donde yo veo esto



sus pobres cerebros ahítos de mecanos con nombres nórdicos en realidad sólo ven esto:



Cuando la medicina se junta con el tráfico no sólo sale un parking de hospital, sino la iluminación. Ya no se trata de compadecer al pecador, sino de amar al enfermo. Y ante eso, ¿qué puedo yo decir que no sea una tontería?

4 comentarios:

reeagbo dijo...

Siento disentir, Joseph. Ni de coña. Yo veo perfectamente la rotonda, sé que lo hago mal, pero paso de quedarme detrás de la gente que va fumando, hablando por el móvil, hablando a los niños, repasándose los ojos o que simplemente son lentos.

Mi enfermedad es otra: la velocidaaaaaaaaaad!!!!!

El protestón dijo...

No, Alex, el problema no es que la cojas rápido o lento, el problema es que el que está dentro tiene la prioridad para seguir rodeando la rotonda y es el que se sale el que tiene que señalizar. Pero hay que hacerlo al contrario si no quieres que te partan el coche por la mitad.

Victor Diaz dijo...

Hola!

Acabo de leer este texto. Pues si estas rotondas te parecen complicadas... ?que me dices de ésta? Por cierto, es real (buscad Swindon's Magic Roundabout):

http://majorhitwaves.files.wordpress.com/2009/04/swindons-magic-roundabout.jpg

Un abrazo.

Victor

Hyalyago dijo...

Lo que son la verdadera enfermedad SON LAS PROPIAS MARICOTONDAS!!!

Es, ni más ni menos, el arte de ir TORCIDO pudiendo ir derechos. Y eso, queridos amigos míos, ocurre en España especialmente por ser (supongo)de mentalidad Socialista (de izquierdas). Nunca se hace nada "a derechas" (nótese la ironía).

Aquí MI persona, está más que harta de que en una puñetera recta tenga que tomar curvas a cada menos de 200 metros. Una cosa es colocar una o dos, de manera emblemática en una ciudad. Pero que por cada cruze haya que poner esa HORTERADA ahí en medio, que su función no es otra que la de molestar la vista del conductor que solamente quiere seguir recto, me parece DE ENFERMOS.

Si tanto les gustan las maricotondas a los de urbanismo, que se las hagan en las azoteas de sus casas. No pretendan "revolucionar" el sistema de conducción a estas alturas.

Normalmente tengo paciencia y suelo ser una persona bastante condescendiente, pero puedo visualizar que se me van a hinchar las narices y a más de uno voy a enseñarles lo que opino marcando las ruedas a modo de diámetro o lo que es lo mismo, tomando "la calle del medio".